La postal del Parque Pereyra Iraola es de olvido. Baños públicos abandonados, árboles caídos y falta de forestación, incendios intencionales, intentos de usurpaciones de predios cercanos a barrios populares, pastos largos y basura por todos lados. Pero no es lo único. Hay un hecho mucho más grave que provoca un tremendo daño ambiental en la zona más oculta de la Reserva Natural.
Se trata del vertido de efluentes cloacales sin tratamiento de la Escuela de Policía Juan Vucetich sobre el arroyo Pereyra, que no sólo genera un olor nauseabundo sino que contamina el cauce que atravieza toda la reserva natural.
En efecto, quienes suelen realizar caminatas por el sector de la selva marginal se encuentran con el olor pestilente y el vertido ilegal de los efluentes cloacales que provienen de la escuela de policía.
Vale mencionar, que el predio del Parque Pereyra Iraola depende del gobierno de la Provincia de Buenos Aires, pero que tienen intervención tres ministerios. El Ministerio de Agricultura, que funciona en la vieja casona de la estancia de los Pereyra Iraola, Medio Ambiente por ser parte de una reserva natural e, inexpicablemente, también tiene injerencia el Ministerio de Seguridad que hoy conduce Sergio Berni. Justamente este último es el apuntado por el derrame de efluentes clocales sin tratamiento. Una vergüenza.
El parque, antiguo campo de la familia Pereyra Iraola expropiado por Perón, fue nombrado Reserva de Biósfera por la Unesco en 2008 y en estos últimos años estuvo en peligro porque no pasó la revisión que se hace cada diez años.