Si lo que los vecinos y familiares de Diego Díaz (27) denuncian finalmente se comprueba, estaríamos ante un nuevo caso de «gatillo fácil» en Berazategui. No sólo por un crimen despiadado de un balazo a la cabeza gatillado por un efectivo policial, sino también por lo que se puso en marcha después del hecho, la trama siniestra de la complicidad que arma una causa distinta en los papeles para «salvar» al compañero.
Por ahora, lo único cierto es que este domingo el teniente primero Emilio Guardis, quien en un confuso episodio disparó con postas de goma y mató a Diego Arias, quedó detenido imputado por homicidio.
El extraño episodio tuvo lugar l viernes pasado en la localidad de El Pato, partido de Berazategui, cuando el agente efectuó disparos “supuestamente disuasivos” con postas de bala de goma, en el marco de una gresca entre vecinos. En eso, hirió de muerte en la cabeza a Arias, quien previamente lo había herido con un elemento cortante en la frente.
Según los familiares del joven de 27 años fallecido, el teniente “se la tenía jurada” y no se trató de un acto desafortunado producto de su labor, sino de una “ejecución lisa y llana”.
Al tomar conocimiento de su imputación, Guardis sufrió una “descompensación general” y debió ser internado en el Nuevo Sanatorio de Berazategui con custodia policial
Del confuso caso quedó a cargo Juzgado de Garantías 7 de Berazategui, a cargo del Dr. Marcelo Mora.