Este viernes 16 de febrero marcó el final de la edición número 40 de los Campamentos Brocherito en Florencio Varela, una iniciativa que recibió este año a un total de 1.312 niños y niñas de entre 6 y 11 años, acompañados por 314 jóvenes y más de 300 servidores durante seis semanas inolvidables.
El Padre Lucio Carvalho Rodrigues, Vicario General de la Diócesis y Director de la Casa de ejercicios espirituales Santo Cura Brochero de Bosques, junto con el equipo de Semaneros que coordina esta propuesta, compartieron un mensaje de agradecimiento y reflexión al cierre de esta experiencia única.
«En este viernes 16 de febrero, queremos compartir con mucha alegría a toda la comunidad diocesana que estamos cerrando un nuevo Campamento Brocherito«, expresan con emoción. Este año, el lema «Brocherito nos da esperanza para caminar» fue el motor que impulsó esta enriquecedora experiencia que cumplió 40 años de existencia.
Los Campamentos Brocherito son mucho más que simples campamentos de verano. Son una experiencia de evangelización destinada a los niños y niñas más necesitados de los barrios de Quilmes, Berazategui y Florencio Varela, ofreciéndoles una respuesta a la falta de oportunidades recreativas en esta época del año. A través de juegos, canciones, cine, pileta y otras actividades, los participantes vivieron momentos inolvidables de diversión y aprendizaje.
Campamentos Brocherito, 40 años
Además, estos campamentos están impregnados de valores cristianos y momentos de oración, donde se realizan distintos rituales simbólicos que fortalecen la fe y la espiritualidad de los participantes. Desde la bendición del agua hasta la imposición de la medallita de la Virgen de Luján, cada momento es una oportunidad para crecer en el amor y la devoción.
Durante las seis semanas de duración del campamento, se han sumado más de 300 servidores entre equipos de cocina, enfermeros, guardias nocturnas, sacerdotes y consagradas de diferentes comunidades de Quilmes, Florencio Varela y Berazategui, quienes han contribuido al éxito de esta hermosa iniciativa.
Desde el verano de 1985, los Campamentos Brocherito han sido un «Signo Creíble de Esperanza» para la Diócesis de Quilmes, y en este momento de cierre, se agradece a todos los hermanos y hermanas que colaboraron para hacer posible este maravilloso proyecto.