Todos los años, para esta fecha, la Diócesis reúne a sus ochenta parroquias ubicadas en las localidades de Florencio Varela, Quilmes y Berazategui, junto a todos los sacerdotes y el Obispo Carlos Tissera, quien en la ocasión señaló: “Es necesario crear una nueva mentalidad que piense en términos de la comunidad, de prioridad de la vida de todos”.
Y agregó, invocando al Papa Francisco, quien eligió el lema en el marco de la Primera Jornada Mundial de los pobres: “Amar significa mirar al otro, escuchar sus gritos, atender sus necesidades, vendar sus heridas, curarlas, cobijarlo con ternura, sostenerlo. Amar es hacerse prójimo”.
Nos preocupa ver la inseguridad laboral que viven nuestras familias de la diócesis; el cierre de muchísimos comercios; el ahogo económico que sufren por el aumento desmedido de los servicios, comparado con sus ingresos empobrecidos. Nos solidarizamos con el reclamo que desde hace años realizan los jubilados de Florencio Varela, pidiendo un nuevo centro de atención hospitalaria. Son 37 mil jubilados que cuentan con una sola clínica disponible. Nos duele cuando vemos que muchos de ellos no pueden acceder a los medicamentos. Ellos son los nuevos pobres de este siglo XXI.
El durísimo mensaje del Padre Obispo se destacó en la Homilía de la 22 Misa de la Esperanza que se realizó el sábado pasado en el Cruce Varela.
«Nos preocupa la presentación del proyecto de reforma previsional y del proyecto de ley de reforma laboral. Esperamos que se escuchen todas las voces, antes de promulgarlas. También nos ha causado preocupación el proyecto de reforma de la ley orgánica del Ministerio Público Fiscal de la Nación, en la que se elimina el Programa ATAJO que tantos beneficios ha traído a nuestros barrios más vulnerables, como a otros del Gran Buenos Aires y del Interior del país.
Sumado a todos estos problemas, el flagelo de la droga sigue haciendo estragos en nuestra población. Es un problema mundial, pero en los pueblos pobres, nos roba la dignidad y la vida de nuestros pibes. Es necesaria la presencia del Estado previniendo y protegiendo a las familias con programas de asistencia integral, de asesoramiento judicial, sostenibles en el tiempo, y no sólo limitarse a la intervención con las fuerzas de seguridad», fueron las palabras más fuertes sobre la actualidad brindadas en la Misa.
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