El propietario del local ubicado en el KM 26, Carlos Sotier, recibió una condena de trece años de prisión por la explosión que tuvo lugar en enero de 2004. El fallo, emitido por los jueces Jorge Michelli, Nelson Jarazo y Alejandro Esmoris en octubre del 2008, declaró a Sotier culpable de estrago doloso doblemente agravado, siendo la causa inmediata de la muerte de cinco personas y poniendo en peligro a otras quince.
El seguimiento del juicio lo realizó la periodista de Infosur Romina Martínez Parfeniuk y el reportero gráfico Sergio Pablos.
El trágico incidente ocurrió en el establecimiento que Sotier regenteaba ilegalmente, dedicado a la comercialización de productos de pirotecnia. La acumulación de estos artefactos detonó, causando pánico y destrucción en la comunidad varelense. En un giro impactante, minutos antes de conocerse el veredicto, Sotier pidió disculpas a los familiares de las víctimas, afirmando estar vivo para poner fin al sistema de comercialización de pirotecnia. Sin embargo, sus palabras no lograron conmover al tribunal.
Las familias Morales y Quinteros, quienes actuaron como querellantes, expresaron su conformidad con la sentencia, aunque manifestaron su desazón por la duración de la pena. «Tendrían que haberle dado 20», señaló Rosa La Rosa, madre de una de las víctimas fatales.
El fallo desglosó la sentencia, condenando a Sotier a doce años de prisión por estrago doloso doblemente agravado y tenencia ilegal de material explosivo. En total, el empresario deberá cumplir trece años de prisión, sumando otro fallo en suspenso por tenencia ilegal de arma de guerra dictado en 2005.
El Lamento de Sotier y la Desconfianza de las Familias
Carlos Sotier, vistiendo una campera naranja y pantalón claro, llegó al tribunal minutos antes de las 10 de la mañana. Ante los jueces, pronunció unas breves palabras donde expresó sus condolencias a las familias afectadas y se disculpó por el sufrimiento causado. Afirmó que su vida cambió por la explosión y que ahora está en una misión para acabar con la venta de pirotecnia.
Sin embargo, las familias de las víctimas se mostraron escépticas. Los padres de Luis Quinteros afirmaron que Sotier se quedó corto con la pena y que esperaban más. Consideran que el empresario sabía del peligro que representaba almacenar explosivos y no le importó poner en riesgo la vida de las personas.
Ismael Morales, padre de Noelia, quien estaba embarazada de ocho meses y falleció en la explosión, expresó su bronca por las palabras de Sotier, alegando que el acusado sabía lo que hacía y no pensó en nadie más que en sí mismo.
Intimidación a la Prensa y las Últimas Palabras de Sotier
Durante la última jornada del juicio, los familiares de Sotier arremetieron contra la prensa, acusándola de crear una imagen mafiosa del empresario. Incluso se tomaron fotografías a periodistas y reporteros gráficos, generando un clima tenso en las afueras del tribunal.
Sotier, por su parte, solicitó que los reporteros gráficos se abstuvieran de fotografiarlo y dedicó sus últimas palabras a criticar a los medios de comunicación. Alegó que fue catalogado como un monstruo y acusó a los medios de haberlo atacado notablemente.
La sentencia marca el cierre de un capítulo doloroso para las familias afectadas por la explosión en KM 26, aunque deja un sabor agridulce al considerar la disconformidad de algunos con la duración de la pena impuesta a Carlos Sotier.