Desde La Plata hasta Almirante Brown, pasando por Florencio Varela y Berazategui, las familias que todavía no son abastecidas por una empresa de provisión viven un mismo drama: las napas secas, la falta de agua y el precio desorbitante para una nueva perforación para ir más abajo de dónde ahora está la bomba.
Con pronósticos que alertan sobre un verano con altas temperaturas y alerta amarillas, barrios platenses como Villa Elisa y El Rincón, sumados a Ingeniero Allan y Los Tronquitos, en Florencio Varela o Glew en Almirante Brown, cientos de vecinos manifestaron su tremenda preocupación porque no hay una gota de agua.
En medio del malestar general, los vecinos se organizan para reclamar al municipio de Almirante Brown, que todavía no se habría pronunciado al respecto, al menos de manera oficial.
Para muchos de los damnificados, el origen de la problemática cada vez más compleja y que afecta cada día a más gente, tiene su origen en el enorme negocio inmobiliario llevado a cabo en otros partidos.
Denuncian que en barrios privados de Canning se hicieron múltiples perforaciones, sin ningún tipo de planificación, ni control estatal, y que «se llevaron toda el agua».
En Glew, donde aún no llega la red de AySA, muchos vecinos tuvieron que hacer pozos más profundos. También dicen que los afecta la cantidad de barrios cerrados que se están haciendo en zonas cercanas.
Los mismo ocurre en barrios como Los Tronquitos o Ingeniero Allan. Donde la solución parece ser que es bajar unos diez metros más abajo para tomar agua de otra de las napas subterráneas. Esa perforación hoy tiene un valor que ronda entre los 150 mil y 250 mil, impagable para los sectores menos pudientes en los barrios.
Desde las redes de Facebook de «@monedacorriente», un blog autogestivo que cubre la zona sur del conurbano bonaerense, manifiestan: «Cientos de familias se quedaron sin agua, aseguran que las napas se secaron, y crece la preocupación, en las semanas previas a lo que se espera que será un verano con temperaturas agobiantes».
Además, resaltan: «Denuncian que en barrios privados de Canning se hicieron múltiples perforaciones, sin ningún tipo de planificación ni control estatal, y que se llevaron ‘todo el agua’ «.
En sintonía con esto, desde AySA, la empresa de Aguas y Saneamientos Argentinos, destacan que «en estas situaciones particulares, con relación a los usuarios, siempre hay esquemas alternativos, en caso de que el sistema no funcione por alguna anomalía, ya sea el sistema eléctrico o si se produce la quema de las bombas en los pozos».
En la empresa explican que trabajan en un plan para la expansión de sus servicios, realizando nuevas perforaciones al hipopuelche (alrededor de 80mts de profundidad, que no afectan a las napas de dónde sacan las bombas particulares) para poder expandir las redes a los vecinos que no son usuarios.
Y agregan:»Aysa es electrodependiente. Sobre los barrios o zonas que no forman parte de la concesión, aun ahí trabajamos con los municipios de forma mancomunada cuando nos solicitan ayuda, activando trabajos alternativos como son los camiones sistemas sachet o bidones».