A sebastián Torres (33) no lo detuvieron, él se entregó sólo. No podía creer lo que se le endilgaba y el fantasma de un padre que supo ser condenado por cuestiones de drogas y otras cosas le aparecía como un espejismo. «Yo voy a la fiscalía», dijo. Quedó preso. Desde comienzos de este año pesaba sobre su cabeza un pedido de captura por supuesta «comercialización de estupefacientes». Hace cuarenta y cuatro días que detrás de los barrotes clama inocencia. Y tiene argumentos que hacen creíble su testimonio.
Al decir de los allegados a Sebastian Torres que preparan una marcha para el próximo lunes en los tribunales de Quilmes pidiendo la libertad del detenido, la policía nunca realizó un seguimiento al acusado, sino a otra persona con cierto parecido físico. Es más, el 1 de agosto del 2018, el personal del gabinete criminológio de la comisaría primera de Berazategui dice haber visto y fotografiado a Sebastián. Sin embargo, en un rápido repaso por las redes sociales se puede observar que en esa fecha junto a su familia Torres estaba en una localidad de la Costa Argentina.
Resulta extraño que la Justicia haya desechado por «inverosímil» el testimonio del encargado del hotel donde pasó esos días. Es sin dudas, un capítulo aparte.
A medida que se recorre el expediente judicial, al que Infosur tuvo acceso, se encuentran otras inconsistencias. La investigación policial declara que siguieron al mencionado Torres a un taller de chapa y pintura (que fuera propiedad de su padre) y a una finca donde pudieron observar situaciones coincidentes con la venta de estupefacientes. Sin embargo, Sebastián no solía frecuentar esos lugares ya que no tenía relación con esos inmuebles. El papá del detenido, conocido como el «Boli Juan» había vuelto a formar pareja antes de morir y no tenían vínculo a pesar de los lazos de sangre. Si Sebastián no estaba en las fechas mencionadas en el expediente en la zona (en otro de las fojas la policía dice observar sus movimientos en Varela cuando en realidad estaba a esa hora en el Uruguay) y quien aparece en las fotografías judiciales no son precisamente Sebastián, todo indica que se equicocaron de persona, siguieron a otro y detuvieron al equivocado. Un caso, que comienza a aparecer con mucha polémica y seguro traerá cola.
Bajo el lema «Queremos Justicia de verdad, Sebas Torres en libertad ya», este lunes 5 de agosto a las 9:00, familiares y amigos de Torres convocan a una marcha a las fiscalías de Quilmes, según sostienen en las redes sociales.