Esta ciudad increíble además de su geografía bendecida por la naturaleza, propone un viaje a su cultura, tradiciones, música, danzas, platos típicos, bebidas, y por supuesto al fútbol y la festividad de Carnaval.
El barrio histórico concentra la mayor cantidad de centros culturales, museos, galerías de arte, librerías, bares pintorescos, y restaurantes donde se destacan las comidas tradicionales, la cocina internacional, las ferias artesanales, de gastronomía y buena música.
Algunos de los imperdibles para agendar son: los desayunos cariocas, el mural “Etnias”, uno de los más grandes del mundo, realizado en el Boulevard Olímpico, las artesanías de Ipanema, las variedades de la famosa bebida típica brasileña, la caipirinha, en la Academia de la Cachaça, la belleza del Jardín Botánico, un paseo en barco a través de la Bahía de Guanabara, los vitrales de la Catedral, el Sambódromo, aunque no sea carnaval…las clases de surf en la playa del Arpoador, y el glamoroso circuito de Leblón, entre otros atractivos para todas las edades y preferencias.
Los hoteles en Rio de Janeiro se destacan por la diversidad de propuestas enfocadas al confort, calidad de servicios y atención personalizada.
El destino turístico ideal para compartir en familia, entre amigos, junto a la pareja o en solitario. Cabe destacar que el idioma no es obstáculo, ya que la práctica del “portuñol” facilita de manera significativa la comunicación.
¡Para tener en cuenta!