Se llama Teófilo Homeraldo Plasencia, los más cercanos le dicen «Don Teo» y en el oscuro mundo del delito se ganó el mote de «Dr. Muerte», luego de ser arrestado en octubre de 2011 acusado de practicar abortos en Claypole. Nació en Perú en enero de 1945 y está registrado en la AFIP bajo la actividad en los rubros de servicios de consulta médica y atención ambulatoria. Aunque, a decir verdad, su licencia fue revocada hace años.
Las crónicas policiales del 2011 dan cuenta del repulsivo hallazgo durante el allanamiento a la vivienda de Claypole: restos de fetos humanos, no uno, sino varios, en la tierra del patio y también en la cañería del baño, parcialmente disueltos por químicos.
Tres mujeres de nacionalidad peruana con falsas credenciales de enfermeras fueron aprehendidas. Una serie de carteles fueron encontrados. «Partera, ginecóloga», decían.
Plasencia terminó bajo prisión preventiva, una medida dictada por la jueza Analía Puig Dengola. «Aborto seguido de muerte» fue un delito incluido en la imputación junto a calificaciones como falsedad ideológica y asociación ilícita. Las sospechas, por otra parte, no se referían solo a embarazos interrumpidos en condiciones de miseria e insalubridad, sino también a venta de bebés por fuertes sumas.
Tal como diera cuenta Infosur la semana pasada, la Jefatura Departamental de Quilmes allanó un complejo sobre la avenida Monteverde al 300, en la localidad de Florencio Varela, dos propiedades unidas que mezclaban pasillos y construcciones precarias sobre los techos.
Allí fueron detenidos los dos hijos del «Dr. Muerte». A decir verdad, los efectivos policiales llegaron al lugar tratando de dar con una banda de narcos. Algo encontraron, pero se llevaron además la sorpresa de que «El Clan» aparentemente seguía con la actividad del patriarca. Allí, encontraron stickers y avisos pintados a mano para promocionar supuestos abortos, una vista frecuente en los postes de luz del sur del conurbano.