Un asalto aterrador en las calles de Pringles y Perón, en pleno corazón de Florencio Varela, desencadenó una serie de eventos que culminaron en una captura sorprendente. Un ladrón, armado con un cuchillo, dejó tras de sí una estela de caos, pero la tecnología y la astucia policial jugaron un papel crucial en su detención.
El delincuente, de 36 años, se lanzó primero sobre una docente de 42 años, arrebatándole su camioneta Peugeot Parnet y provocando una herida a su amiga Laura Sorenzon. Minutos después, en calles Garibaldi al 400, otra mujer se convirtió en su siguiente víctima, sufriendo el mismo modus operandi y una herida a la altura de la costilla izquierda.
Lo que el ladrón no esperaba era que su huella quedara marcada por la tecnología. El Grupo Táctico Operativo (GTO) de la comisaría primera de Florencio Varela, en una astuta jugada, rastreó la ubicación del celular de la primera víctima. Este seguimiento llevó a una encarnizada persecución que culminó en las calles Los Pinos y El Canario.
Allí, la unidad sustraída fue interceptada, y el malhechor, en un intento desesperado de fuga, fue aprehendido. En su poder, se encontraron pertenencias de las víctimas y el cuchillo utilizado para perpetrar los robos.
La rápida intervención y coordinación entre la UFIYJ Nro 01 de Florencio Varela y el GTO revela cómo la tecnología y la astucia policial pueden desbaratar incluso los crímenes más audaces. El ladrón, ahora bajo custodia, enfrentará la justicia por sus acciones.
La comunidad de Florencio Varela respira aliviada tras esta captura, y las víctimas, aunque heridas, se recuperan fuera de peligro. Este episodio destaca la importancia de la colaboración ciudadana y la eficacia de las fuerzas de seguridad para mantener nuestras calles seguras.