La senadora libertaria, Florencia Arietto, salió a defender al policía que le disparó a quemarropa a una vecina de Varela. Pero la causa avanzó, fue elevada a juicio y dejó expuesta una defensa política sin sustento ni empatía.
Esteban Echenique | @diarioinfosur
Hay intervenciones políticas que no suman, ni siquiera para quienes las hacen. La senadora Florencia Arietto, referente de La Libertad Avanza, habñía elegido salir a defender al sargento Marco Rossetti, acusado de dispararle a quemarropa a Ruth Cabral, una vecina del barrio San Rudecindo de Florencio Varela, en noviembre del año pasado.
Tal como informamos, el requerimiento de elevación a juicio sostoene que ee disparó con una escopeta en el abdomen, delante de su hija, sin mediar procedimiento ni protocolo. Ruth sobrevivió de milagro, pero quedó con secuelas irreversibles: usa una bolsa de colostomía, necesita pañales, y no puede trabajar. Desde Infosur, fuimos el primer medio en revelar no solo el hecho, sino también la insólita escena posterior: cuando debía estar detenido, Rossetti fue encontrado tomando mate en la oficina del comisario, dentro de la misma comisaría donde trabajaba.
Arietto eligió defender al acusado
Con esos antecedentes, Arietto decidió levantar la voz, pero no para solidarizarse con la víctima. Prefirió instalar dudas sobre la causa judicial, defender públicamente al imputado y atacar el proceso, como si se tratara de una persecución política o una manipulación.
Esa intromisión no solo es irresponsable, sino peligrosa. Porque deslegitima la búsqueda de justicia, y envía un mensaje: si el acusado lleva uniforme, merece defensa automática. Aunque haya disparado a quemarropa.
¿Qué buscan con estas declaraciones?
Cuando una senadora usa su cargo para opinar sobre una causa en curso —y más aún cuando lo hace sin conocer el expediente—, no está cumpliendo su rol institucional, sino invadiendo un terreno que debería ser respetado: el de la Justicia.
Y no cualquier causa: una en la que la víctima es una mujer de barrio, pobre, sin recursos, que casi muere por el accionar violento de un policía que actuó por cuenta propia.
Ruth no tiene banca política
Ruth no tiene padrinos. No la defienden senadores ni abogados mediáticos. La sostiene su familia, sus vecinas, y algunos medios que decidimos contar su historia. No por oportunismo, sino porque el silencio, en estos casos, también es complicidad.
La causa avanza. A pesar de todo
Por estas horas, la Justicia resolvió elevar la causa a juicio, con una calificación grave: tentativa de homicidio agravado por ser policía y usar arma de fuego. Las pruebas son contundentes, los testimonios coinciden, y las heridas que lleva Ruth no dejan lugar a dudas.
Y así, tras la elevación a juicio del policía acusado de gatillo fácil y preso VIP, la senadora Arietto quedó pedaleando.
