El conmocionante caso de la desaparición de los jóvenes Lucas Escalante y el brutal crimen de Lautaro Morello, cuyo cuerpo fue encontrado calcinado días después, continúa desvelando a la comunidad de Florencio Varela y sus alrededores. En un giro inesperado, el juez a cargo del caso, Julián Busteros, optó por apartarse alegando sentirse «hostigado y agraviado», lo que fue aceptado por la Cámara de Garantías y Apelaciones de Quilmes.
Este abrupto cambio pone aun nuevo magistrado encargado de llevar adelante la controvertida causa, el juez Diego Agüero, subrogante de Garantías N° 4 de Berazategui. En un contexto en el que los tiempos de la justicia parecen distanciarse cada vez más de las expectativas de la comunidad, la incertidumbre se apodera de quienes siguen de cerca este caso que ha mantenido en vilo a la región.
Giro en la causa por Lucas y Lautaro en Florencio Varela
El proceso ha estado marcado por una serie de giros inesperados, desde la intervención de cuatro fiscales hasta una carta entregada personalmente por la madre y abuela de Lautaro Morello a la ministra de la Suprema Corte de Justicia, Hilda Kogan, semanas atrás en los Tribunales Penales de Quilmes.
El juez Diego Agüero, ahora a cargo de la dirección del caso, se enfrenta a la decisión crucial sobre la prisión preventiva del excomisario Francisco Centurión. La Sala I ha instruido al Juzgado de Garantías de Busteros a que emite un nuevo pronunciamiento en línea con la ley respecto al delito de «privación ilegítima de la libertad agravada», en detrimento de Escalante.
Lucas Escalante, de 26 años, fue visto por última vez el viernes 9 de diciembre en la localidad de Bosques, de Florencio Varela, cuando recogió a Morello para celebrar la victoria de la Selección Argentina en las semifinales del Mundial de Qatar. Sin embargo, al día siguiente, el automóvil BMW en el que viajaban fue encontrado incendiado.
El cuerpo de Lautaro Morello fue descubierto el jueves 15 cerca de las 21:30 a la vera de la autopista en construcción Buen Ayre, en Guernica, partido de Presidente Perón. Según la autopsia, la muerte se atribuye a «asfixia mecánica», y el cuerpo se encontraba en avanzado estado de descomposición y semi calcinado.
El último rastro de los dos amigos con certeza se remonta a la casaquinta del comisario mayor Centurión, en La Capilla, según testimonios y el análisis de registros de antenas de celular y cámaras de seguridad.
Las próximas horas serán cruciales para determinar los pasos que tomará el juez Agüero en relación a esta causa que ha convertido a Florencio Varela en el epicentro de las noticias más destacadas en el ámbito policial y judicial en el último año. La comunidad aguarda con expectación y esperanza en busca de respuestas y justicia para Lucas y Lautaro.