La Policía Federal Argentina (PFA) asestó un golpe significativo contra el crimen organizado en Florencio Varela. La División Delitos Contra el Automotor, siguiendo directrices del Ministerio de Seguridad de la Nación, desarticuló un desarmadero ilegal que operaba bajo la apariencia de un inocuo autocamping en el Barrio Santa Rosa, informaron voceros policiales a Infosur.
La operación, que culminó con la detención de cuatro personas y el secuestro de vehículos y autopartes por un valor estimado en 70 millones de pesos, es el resultado de una meticulosa investigación iniciada por la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 12 de Quilmes, dirigida por la Dra. Claudia Gabriela Vera. La instrucción de la fiscal fue clara: detener la ola de robos violentos de automóviles que vienen plagando la región.
Robos violentos de autos en Florencio Varela y un increíble desarmadero
El desarmadero, que según la investigación desmantelaba entre cinco y seis vehículos por semana, no era un actor menor en el mercado negro de autopartes. Estos vehículos no eran simples hallazgos de oportunidad; eran el resultado de robos a mano armada, cada uno cuidadosamente planificado y ejecutado con precisión que desafiaba la creciente vigilancia en la zona sur del conurbano bonaerense.
La clave del éxito de la operación fue una combinación de vigilancia tradicional y ciberpatrullaje moderno. Los agentes de la PFA realizaron un seguimiento exhaustivo en las redes sociales, lo que les permitió mapear la red de distribución y venta de autopartes robadas, que se llevaba a cabo principalmente a través de Marketplace, una popular plataforma de comercio en línea.
El desenlace de esta investigación llegó cuando el Juzgado de Garantías N°5 de Florencio Varela, presidido por el Dr. Julián Busteros, autorizó el allanamiento del predio. El operativo no solo confirmó las sospechas de los investigadores sino que también permitió recuperar seis vehículos en proceso de desarme y una importante cantidad de autopartes.
Los cuatro detenidos, todos argentinos y mayores de edad, enfrentan ahora cargos por su involucramiento en una red que infringió gravemente la ley sobre desarmado de automotores y venta de sus autopartes. Este caso destaca no solo la astucia de los criminales en la adaptación de sus métodos, sino también la persistencia y sofisticación de las fuerzas del orden para desmantelar estos esquemas ilícitos.