El fiscal que investiga el homicidio de Lautaro Morello y la desaparición de su amigo Lucas Escalante amplió la acusación contra dos de los principales detenidos, hijo y sobrino de un excomisario mayor de la policía bonaerense también apresado, al considerar que mantuvieron privado de la libertad por más de un mes al segundo de los jóvenes, de quien no se sabe nada desde el 9 de diciembre último, cuando fue visto en el partido bonaerense de Florencio Varela, informaron hoy fuentes judiciales.
Tanto Cristian como su primo Maximiliano Centurión se negaron a declarar ante el fiscal de Berazategui Daniel Ichazo, quien ayer les amplió la imputación como coautores de la «privación ilegal de la libertad agravada por haber durado más de un mes y por ser cometida con violencia» de Escalante, que se suma a la de «homicidio agravado por ensañamiento y alevosía o insidia» de Morello, añadieron los voceros judiciales consultados por Télam.
Tras las indagatorias, ambos acusados fueron regresados a sus lugares de detención: Cristian a la Unidad Penal 35 de Magdalena y Maximiliano a la 28, del mismo distrito.
Cristian y Maximiliano Centurión son hijo y sobrino, respectivamente, del excomisario mayor de la policía bonaerense Francisco Centurión, ahora también apresado en el marco de la causa por la presunta privación ilegal de la libertad de Escalante.
«Si bien Francisco Centurión tomó el control del hecho que habían comenzado su hijo y sobrino, estos contribuyeron a la privación por lo menos hasta que quedaron detenidos», indicó a Télam una fuente con acceso a la causa.
El excomisario mayor fue detenido el lunes de la semana pasada en su casaquinta de la localidad de La Capilla, en el partido de Florencio Varela, tras tirotearse con policías federales que lo hirieron en un tobillo cuando intentaba darse a la fuga.
El fiscal Ichazo lo imputó de los delitos de «sustracción de caudales públicos en concurso real con privación ilegal de la libertad agravada por haber durado más de un mes (de Escalante) y por ser cometida con violencia».
Tras la detención, se realizaron seis allanamientos en su vivienda de Florencio Varela y en los domicilios de su actual pareja, su exesposa y dos de sus hijas, además de en las celdas donde están alojados su hijo y sobrino.
En los procedimientos se secuestraron teléfonos celulares, tres cajas fuertes, un bolso con un pasaporte y cerca de 15 mil dólares, por lo que los investigadores creen que el exjefe policial «tenía un plan de fuga».
Voceros judiciales indicaron que ayer lunes comenzaron a ser peritados los celulares secuestrados y aguardan que para el viernes o bien la próxima semana se conozcan los resultados y en base a ellos evaluar realizar nuevas diligencias en la investigación.
«Ninguno quiso desbloquear el celular», confió una fuente de la causa tras el secuestro de los aparatos.
La casaquinta donde fue detenido Centurión -quien durante años fue jefe de la Delegación Drogas ilícitas de Quilmes y que al momento de la desaparición de Escalante y Morello se desempeñaba en el área de enlace con Interpol- ya había sido allanada en varias oportunidades por los investigadores, ante la sospecha de que allí pudieron haber sido privadas de la libertad las víctimas.
Lucas fue visto por última vez el viernes 9 de diciembre en la localidad de Bosques, partido de Florencio Varela, cuando pasó a buscar a Lautaro (18) para salir a festejar el triunfo de la Selección Argentina ante Países Bajos por las semifinales del Mundial de Qatar a bordo de un auto BMW que al día siguiente apareció incendiado.
El cuerpo de Morello fue encontrado cerca de las 21.30 del jueves 15 a la vera de la autopista en construcción Buen Ayre, en Guernica, partido de Presidente Perón, recostado boca abajo, «semicalcinado y en avanzado estado de descomposición» y, según la autopsia, la muerte se produjo por «asfixia mecánica».
Si bien el cadáver fue reconocido mediante las huellas dactilares, el abogado que representa a la familia de Lautaro, Carlos Diéguez, pidió la exhumación para establecer mediante un ADN que se trate de él, pedido que acompañará el fiscal y que podría ejecutarse en las próximas horas.
En la pesquisa se acreditó que el último lugar donde estuvieron los amigos fue la casaquinta del comisario mayor Centurión, en La Capilla.
Una de las hipótesis que se investiga es que Cristian y Maximiliano Centurión los hicieron ir hasta allí con la excusa de entregarles vales de nafta gratuitos que tiene la policía bonaerense para abastecer los móviles, aunque se investiga aún la motivación del ataque.
De hecho, el fiscal Ichazo acusó a Francisco Centurión del delito de «sustracción de caudales públicos», ya que «en su calidad de jefe del enlace Interpol de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, poseía a su cargo la administración de tarjetas de carga de combustible».
Además, en una cámara de una estación de servicio de Florencio Varela se ve a Cristian Centurión cerca de las 0.30 del 10 de diciembre cargando nafta en un bidón blanco que, se sospecha, pudo haber sido empleado para incinerar el auto de Lucas y el cadáver de Lautaro.