Una mujer de 37 años de nombre Patricia Grismado vive el peor momento de su vida. Ayer fue a sepultar a su hija de 14 años que falleció a causa de una larga enfermedad y cuando regresó a su hogar encontró que las cerraduras habían sido cambiadas y su ex pareja (el padre de la niña) no la dejaba entrar.
Los vecinos del barrio Lomas de Monteverde estallaron de indignación y dieron aviso a la policía para que intercediera ante la insólita situación, por lo que en principio la mujer pudo retirar sus pertenencias aunque quedó en la calle.
La niña Valentina contrajo el Síndrome Urémico Hemolítico a los dos años, una infección que afecta la sangre, los vasos sanguíneos pequeños y los riñones. Se contrae, en la mayoría de los casos, por el consumo de carne mal cocida portadora de una bacteria, la Escherichia Coli productora de toxina Shiga (STEC). Según el testimonio de la madre las sospechas del contagio apuntan al local de comida rápida Mc Donalds.
Desde esa edad, Patricia sobrellevó la enfermedad de su hija con dignidad y logró la asistencia de Desarrollo Social de la Municipalidad de Florencio Varela para dar algunos avances a su precaria vivienda.
Sin embargo, este lunes el padre de la nena no acompañó el cortejo fúnebre y eligió tomar posesión de la vivienda en el mismo horario en que Valentina era sepultada en el cementerio local.