La titular de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), María del Carmen Verdú, arremetió con dureza contra la senadora oficialista Florencia Arietto por su defensa al sargento Marco Rosetti, el efectivo de la Policía Bonaerense que disparó a quemarropa contra Ruth Noemí Cabral, dejándola gravemente herida y al borde de la muerte.
Un caso que sacude a la opinión pública
Verdú reveló que Rosetti fue entregado por sus propios compañeros de la fuerza, quienes no podían justificar su accionar. «Ni la propia Policía Bonaerense pudo encubrir semejante brutalidad», aseguró la referente de Derechos Humanos. Sin embargo, Arietto inició una campaña en redes para victimizar al efectivo y deslegitimar la investigación judicial que determinó su responsabilidad.
La dirigente de Correpi también recordó que la senadora recientemente minimizó la agresión sufrida por el periodista Grillo en una protesta, llamándolo «daño colateral». «Ahora su nuevo héroe es un sargento que le disparó a quemarropa a una mujer de 32 años, como si fuera un acto de servicio», cuestionó Verdú.
La polémica defensa de Arietto
Lejos de reconocer la gravedad del hecho, Arietto justificó el accionar de Rosetti asegurando que estaba «cumpliendo su deber» y que utilizó «postas de estruendo». No obstante, el expediente judicial y los testimonios presenciales desmienten esa versión, dejando en claro que el disparo fue directo y a corta distancia.
La defensa a ultranza del sargento Rosetti por parte de Arietto se enmarca dentro del discurso de «los azules siempre son los buenos» promovido por el gobierno libertario. Sin embargo, la evidencia demuestra que en este caso la víctima fue una ciudadana inocente que terminó al borde de la muerte por el accionar desmedido de un uniformado.
Con la Justicia avanzando sobre Rosetti, Verdú remarcó que la represión policial y la impunidad no pueden ser normalizadas bajo ningún discurso político. «La defensa de los derechos humanos no es negociable», concluyó.