La inseguridad se convirtió en una sombra constante que acecha a los habitantes de Florencio Varela. En una semana marcada por una serie de delitos violentos y robos, la comunidad se encuentra sumida en el temor y la desesperación.
El pasado fin de semana, tal como adelantó el domingo Infosur en su portal web,, el barrio El Tropezón amaneció con la impactante noticia del robo de unas 50 computadoras y el destrozo de la Escuela N° 8.
Este ataque no solo significó una pérdida material significativa, sino que también afectó directamente a los estudiantes y docentes que utilizan estos recursos para su educación diaria. La imagen de aulas vacías y equipos desaparecidos dejaron una profunda herida en la comunidad educativa.
Por su parte, pocas horas después, a plena luz del día, las cámaras de seguridad domiciliaria capturaron un violento arrebato de celular en el barrio San Eduardo.
Las imágenes, que rápidamente se viralizaron en las redes sociales después de la publicación de Infosur en su página web, muestran a un joven siendo atacado por un motochorro. Este hecho, junto a otros similares, generó una sensación de vulnerabilidad entre los vecinos, quienes se sienten desprotegidos y exigen mayores medidas de seguridad.
La comunidad clama por cámaras de seguridad en puntos estratégicos: Calle 14 y Azara, Finochietto y Las Heras, Derqui y Calle 14. Estos ojos electrónicos, piensan, podrían ser el primer paso para recuperar las calles que alguna vez sintieron suyas.
La situación en Florencio Varela es crítica. La comunidad clama por un cambio urgente en las políticas de seguridad y una mayor presencia policial en las calles. Los vecinos piden que se tomen medidas contundentes para prevenir nuevos delitos y proteger a las familias que hoy viven en constante temor.
Inseguridad: entraderas que meten miedo
La semana también estuvo marcada por dos violentas entraderas que sembraron el pánico en los barrios López Romero y Luján. En López Romero, un anciano de 85 años fue brutalmente agredido por cuatro delincuentes encapuchados que irrumpieron en su hogar durante la noche. La víctima, que sufrió múltiples heridas, fue trasladada de urgencia al hospital y su estado es delicado.
Por otro lado, en el barrio Luján, una familia vivió una verdadera pesadilla cuando varios sujetos armados ingresaron a su vivienda, los amenazaron y se llevaron dinero y objetos de valor. Los gritos de terror de los niños resonaron en la madrugada, dejando una marca indeleble en la memoria de quienes vivieron esos momentos de horror.
Secretario de Seguridad: funcionario que no funciona
Estos hechos pusieron en el centro de la crítica a la policía varelense y al polémico secretario de seguridad de la comuna, el comisario Roberto Mongelos. Los vecinos reclaman que Mongelos, quien debería ser el nexo entre los ciudadanos indefensos y las fuerzas de seguridad, mostró una alarmante falta de acción. Las denuncias y quejas de los residentes no recibieron respuestas claras ni soluciones efectivas, generando un sentimiento de abandono y desconfianza hacia las autoridades.
En un contexto donde la inseguridad tomó protagonismo, es imperativo que las autoridades, encabezadas por Mongelos, actúen con celeridad y firmeza. La vida y la tranquilidad de miles de varelenses dependen de ello.