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Un secuestrado que nunca olvidó

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Un sobreviviente de los centros clandestinos de la zona brindó su testimonio en el juicio contra los represores que actuaron en el sur del conurbano. Un secuestrado por la dictadura militar que nunca olvidó y ahora lo pudo contar.

En noviembre de 1977 un auto lo dejó a pocos metros de la estación de trenes de Lanús. Tenía una capucha y las marcas de la tortura más cruenta sobre su cuerpo y su alma. Humberto Omar Sartirana había sido secuestrado por la patota de la dictadura militar unos meses antes, el 15 de septiembre de 1977 en su casa de Florencio Varela, ubicada en Nicaragua 228.

Junto a él había sido llevado su vecino y compadre, Roberto Meza, docente que preparaba a los chicos de su barrio para la primaria, secundaria y terciario, además de ser estudiante avanzado universitario de ciencias económicas. Los dos recorrieron los centros clandestinos de la zona sur del conurbano bonaerense. Primero, se cree, pasaron por el Pozo de Quilmes y después por el de Banfield. En ese lugar fue la última vez que estuvieron juntos, a Sartirana lo trasladaron a la comisaría tercera de Valentin Alsina, para después soltarlo en las inmediaciones de la estación férrea de Lanús. Meza continúa desaparecido.

A la Dirección de Derechos Humanos de Florencio Varela se la conoce como la “casita”. Guillermo Ñañez está al frente del organismo y aunque su trabajo ha sido reconocido en todo el país por serias investigaciones como el caso del primer intendente de facto, Raúl Monzón, o el listado de desaparecidos, o por la creación del archivo de la Memoria local, no para de gestar hechos históricos.

En efecto, en las últimas horas, las historias de “la casita” y e Humberto Omar Sartirana confluyeron en una de las audiencias por los centros clandestinos del Pozo de Quilmes, Banfield y El Infierno. El juicio tiene una enorme importancia por los testimonios que avanzan sobre las implicancias de la dictadura militar en esta zona del conurbano.

Sartirana pudo utilizar la estructura del organismo municipal de Derechos Humanos para contar su historia y la de Meza. La Dirección de Derechos Humanos de la municipalidad de Florencio Varela puso a disposición el traslado, la conectividad para poder brindar el testimonio ante Juzgado en lo Criminal y Correccional Nº 3 del Juez Federal Dr. Ernesto Kreplak, el marco del expediente Nº FLP 605/2010, caratulada “Smart, Jaime Lamont, Campos Rodolfo Aníbal Y Otros S/ Privación Ilegal de la libertad (Art. 144 bis inc. 1)”.

Sartirana relató que se desempeñaba como operario calificado en la Fábrica Argentina de Engranajes (F.A.E.), cuando ese día (15 de septiembre) vuelve a su domicilio advierte que lo estaban esperando alrededor de seis personas de un grupo de tareas, quienes ya tenían secuestrado al maestro y profesor Alberto Romero Meza (a) “Coco” o “El Manco” y que al llegar él, les atan las manos con alambre, les vendan los ojos con pañuelos de su casa y posteriormente los suben a dos autos trasladándolos al pozo de Quilmes (supone de acuerdo a los comentarios de los que los trasladaban), en ese lugar fueron duramente torturados mediante golpes y picanas con el agravante del no suministro de ningún tipo de alimento –en todo momento seguían ambos secuestrados atados y vendados–; dentro del lugar se encontraba (en celda contigua) una persona de nombre Alberto Felipe Maly, obrero-operario de la Fábrica Peugeot de Berazategui, con quien el Sr. Sartirana intercambia brevemente unas palabras. En el lugar de detención, ambas personas estuvieron detenidas aproximadamente unos 20 días. De allí fueron trasladados al Pozo de Banfield (el dicente afirma que es ese lugar porque ahí dentro, también celda de por medio estaba detenida una persona de apellido «Ortiz» (Montoneros) quien le asegura al Sr. Sartirana que ese lugar es «el Pozo de Banfield»).

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En este lugar les toman las huellas digitales, les sacan fotos, no los torturan y, eventualmente, les proveen un pedazo de pan. De los dos secuestrados, el Sr. Sartirana es trasladado a la Comisaría 3ª ubicada en la calle Yatay de Valentín Alsina, partido de Lanús, y el Sr. Romero Meza es retenido en el Pozo de Banfield (Aunque existen sospechas que se trataba de Puesto Vasco) desconociendo el cuál fue el destino de su vecino. Posteriormente fue liberado de la comisaría, en cercanías de la estación de trenes de Lanús a mediados de noviembre. Aclara que ambos afectados eran militantes peronistas, pertenecientes al Movimiento Base Peronista que lideraban Roberto Grabois y Julián Licastro hasta el año 1973. Participando en el apoyo a la comisión interna de FAE (integrada por peronistas y de izquierda) y no sabiendo la relación que sucede a partir del secuestro de su compadre, Alberto Romero Meza, por cuanto que los unía una profunda amistad, la militancia y no supo más nada de él.

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