Ahora lo que falta es un milagro. El Papa Francisco aprobó el primer paso para la beatificación del argentino Enrique Ernesto Shaw, laico y padre de familia, al reconocerlo como «venerable». Se trata del empresario de Berazategui que dirigió durante 16 años las cristalerías Rigolleau y que ahora afronta el tramo final del proceso de santidad que obliga a algún testimonio de milagros después de su muerte, según el código eclesial del Vaticano.
En la Iglesia católica, un cristiano es declarado «venerable» cuando se demuestra, durante su proceso de beatificación, que ha tenido una vida conforme al evangelio y el papa por tanto declara sus «virtudes heroicas». Este es el paso previo a que este sea reconocido como beato, si existe un milagro comprobado. En el caso de la beatificación de mártires, no es necesario atestiguar tales virtudes heroicas, pues ya es suficiente heroicidad el mismo martirio. Así, un mártir no es declarado Venerable, sino, en tal caso, directamente beato.
Sea o no mártir, el proceso continuará hasta la canonización y el consecuente reconocimiento como santo, para el que siempre será necesaria la comprobación de un milagro (que será ya el segundo, en caso de que no sea mártir), sucedido después de la beatificación.
Enrique Shaw, por su parte, tenía una profunda fe religiosa que hace que su figura hoy se encuentre en pleno proceso de canonización. Fue un líder católico destacado que fundó en Argentina la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) y uno de los promotores de la Universidad Católica Argentina (UCA).
Sin embargo, se lo recuerda especialmente por su gran humanidad, el cariño que despertaba entre los obreros, por su excelente trato y defensa de sus derechos, y el compromiso comunitario que lo caracterizó mientras fue el director de Cristalerías Rigolleau. Una muestra que resalta su persona fue cuando más de 250 empleados de la fábrica se presentaron para donarle sangre mientras luchaba contra un cáncer que lo llevaría a la muerte en 1962.
El comunicado de la Diócesis de Quilmes
Los Obispos de Quilmes Carlos José Tissera y Marcelo (Maxi) Margni se alegran, junto con la comunidad diocesana, por la noticia conocida este sábado 24 de abril: “el Santo Padre Francisco ha firmado el Decreto por el cual se declara Venerable a nuestro querido Siervo de Dios Enrique Ernesto Shaw, cristiano laico, padre de familia, esposo ejemplar y empresario”, compartió Monseñor Santiago Olivera, Delegado para la Causa de los Santos de la Conferencia Episcopal Argentina.
Los obispos de Quilmes afirman que “es una alegre noticia para la Iglesia y para nuestra Diócesis, especialmente para el pueblo de Berazategui, donde está la empresa en la que desarrolló su vida de empresario honesto y generoso.”
Monseñor Tissera recordaba el 25 de febrero, en la vigilia del centenario de su nacimiento, que “celebramos a un laico que nos viene a mostrar que el llamado a la santidad es para todo el pueblo de Dios. Enrique pasó haciendo el bien… en su familia, en el trabajo, en sus colegas, en la sociedad. Como una de esas rosas que perfuman el jardín, él perfumó la vida de los que lo rodearon con su alegría. Alegría que es la mejor predicación de un cristiano.”
Los padres obispos de Quilmes invitan a rezar al Venerable Enrique Shaw “por el trabajo digno para todas y todos, por la salud de los enfermos, y por quienes sirven en el mundo sanitario y social en general.”
Oración para pedir la intercesión del Venerable Enrique Shaw:
Oh Dios, tu siervo Enrique nos dio un alegre ejemplo de vida cristiana a través de su quehacer cotidiano en la familia, el trabajo, la empresa y la sociedad. Ayúdame a seguir sus pasos con una profunda vida de unión contigo y de apostolado cristiano. Dígnate glorificarlo y concédeme por su intercesión el favor que te pido… Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.