El agente de la Policía Federal que estaba detenido por balear en una pierna a un limpiavidrios el 3 de junio último en plena Avenida 9 de Julio fue liberado por la justicia aunque seguirá imputado en la causa, informó su abogado defensor, doctor Guillermo Dieguez
El letrado explicó que la medida que benefició al policía Sergio Aquino fue resuelta por el Juzgado 14 del Fuero Penal Contravencional y de Faltas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a cargo de Gonzalo Viña. Solo tiene restricciones para salir del país y en ese eventual caso deberá solicitar autorización.
El abogado señaló que en la audiencia él solicitó el cese de la prisión preventiva al argumentar que ya no existen «riesgos procesales» –como el peligro de fuga y de entorpecimiento de la investigación- ya que la pesquisa está completa; y añadió que el fiscal Walter López estuvo de acuerdo con la decisión final del juez; vale remarcar que tal explicó el doctor Dieguez su cliente «siempre estuvo a disposición de colaborar con la Justicia».
El 16 de junio pasado, la Sala VI de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional confirmó la prisión preventiva que había dictado el juez de primera instancia de ese fuero, Damián Ignacio Kirszenbaum, basándose en la existencia en aquel entonces de los mencionados riesgos procesales.
En ese fallo, este magistrado le trabó al imputado un embargo de 500 mil pesos sobre sus bienes, al tiempo que aceptó el cambio de competencia y ordenó remitir las actuaciones a la Cámara de Apelaciones en lo Penal, Contravencional y de Faltas de la Ciudad para que se sortee el juzgado de ese fuero que se hiciera cargo del expediente.
Mientras que al apelar la prisión preventiva, la defensa remarcó que el policía primero fue acusado de «tentativa de homicidio» pero luego el propio juez Kirszenbaum cambió la carátula a «lesiones leves, abandono de persona y abuso de armas», que son delitos excarcelables.
Según Dieguez, en su indagatoria, el efectivo dijo que el limpiavidrios le exigió dinero y lo amenazó a él y su familia: «Dame la plata o los mato». Y como su hijo recién nacido estaba descompuesto y lo llevaba de urgencia a un centro asistencial realizó un «disparo imaginario hacia abajo para amedrentarlo», pero se le escapó el tiro.
El hecho ocurrió a las 23 del jueves 3 de junio último en el cruce de avenida 9 de Julio y Venezuela, en el barrio porteño de Monserrat, y toda la secuencia quedó grabada por una de las cámaras de tránsito del gobierno porteño.
Allí se observa como un Volkswagen Gol se encuentra detenido con el semáforo en rojo cuando un limpiavidrios se le acerca primero por el lado del acompañante y con un gesto le pide al conductor permiso para lavar el parabrisas.
De acuerdo al video, desde el interior del habitáculo, el conductor, que luego se supo era un agente de la División Central de Datos de Drogas de la PFA, le hizo un gesto con el dedo para que no limpie el vidrio y cuando el joven cruza por delante del auto, el automovilista le tira el auto encima.
Dicha maniobra generó una discusión en la que el limpiavidrios se acercó a recriminarlo del lado de la ventanilla del conductor, y el policía le lanzó una trompada, que el joven contestó con otro golpe.
El oficial de la PFA reaccionó extrayendo una pistola y efectuó un disparo que le dio en una de las piernas al joven, al que se ve alejarse herido y rengueando por detrás del auto, que arrancó y se alejó del lugar. Por estas horas fue liberado a la espera de comio seguirá el proceso en su contra.