Con el ritmo actual de crecimiento de conocimientos en tecnología, así como de su uso generalizado por parte de personas, empresas e instituciones, es lógico que el empleo relacionado con este sector se dispare en la misma medida. Y así ha sido: según la Cámara de la Industria Argentina del Software (CESSI), la ocupación de profesionales de esta especialidad ha crecido un 49% entre el año 2010 y el 2019. En paralelo, también la inversión extranjera ha sufrido un aumento de dimensiones similares, así como la exportación de estos servicios.
En un mundo global, con tecnologías de la información que permiten trabajar remotamente para diversos países y compañías punteras, las salidas profesionales para los argentinos son mucho más optimistas, en este aspecto, que hace 10 años. En este punto, las instituciones públicas tienen que continuar la labor y facilitar un mayor nivel de preparación y conocimiento, así como premiar la iniciativa. Crear y potenciar la base de los futuros profesionales que van a salir al mercado laboral para poder aportar al país mayor riqueza y emprendimiento. Es por ello por lo que la aprobación de la Ley de Financiamiento Plurianual de Ciencia y Tecnología puede representar una ventaja competitiva con otros países de la zona que también tienen objetivos similares. Con esta iniciativa se marcaría el objetivo de que, de cara al 2032, el I+D público se equipare al 1% del PIB nacional.
Crecimiento disparado en sectores concretos
De esta manera se premiaría la innovación empresarial y la exportación a mercados internacionales, lo que redundaría en una competitividad patria y la creación de nuevos empleos o la mayor aportación a las arcas públicas. Hasta entonces, la posibilidad de acceder como empleado a diversas compañías internacionales es una de las salidas laborales más interesantes a las que se puede aspirar, con sueldos más elevados, capacidad de crecimiento y mejores condiciones en general. El sector de la tecnología marca el rumbo a nivel internacional con diversas salidas que requieren profesionales cualificados: ciberseguridad, programación, SAP, formación, asistencia postventas, etc.
Dos de los sectores en los que más ha incidido el avance tecnológico han sido el del entretenimiento y el del comercio. El primero de los casos se ha beneficiado enormemente del despliegue progresivo de redes más potentes que permiten un mayor y más rápido intercambio de datos: los videojuegos se encuentran en los celulares a un nivel de calidad como el que existía no hace tanto en consolas o PC; buen ejemplo de ello son títulos como COD Mobile, basado en la saga Call of Duty, que aporta al dispositivo móvil toda la experiencia para el jugador, incluyendo torneos mundiales, y que se ha convertido en un fenómeno en descargas. También otros entretenimientos clásicos, como el poker, están viviendo una nueva era al poder incorporar muchas de sus variantes en una sola plataforma, como el conocido Texas Holdem o el Omaha High, pudiendo aprovechar al mismo tiempo la disminución de latencia de las redes modernas para evitar interrupciones. Por supuesto, las plataformas de streaming han sido uno de los casos más paradigmáticos, ya que tienen un nutrido catálogo al alcance del suscriptor a un precio muy competitivo.
El comercio digital también requiere de muchos profesionales cualificados. Sin ir más lejos, el apartado de logística ha evolucionado enormemente con las nuevas posibilidades de la tecnología, incluyendo el marketing digital, imprescindible hoy para conseguir un mayor volumen de ventas y llegar a mercados lejanos. El sector eCommerce también se nutre de los desarrolladores, de los Product Managers y de los que se encargan del servicio al cliente a todos los niveles. Hay que recordar que no solo se trata de las grandes empresas de la envergadura de Amazon y similares, también los comercios más modestos hoy tienen en la venta por la web uno de sus mayores activos a la hora de conectar con potenciales clientes.
En definitiva, se trata de aprovechar la evolución para ofrecer soluciones competitivas a diversas empresas que no quieren quedarse atrás o, incluso, tienen el objetivo de marcar el rumbo los próximos años.