Un silencio sepulcral envolvía los pasillos de la cárcel de Florencio Varela cuando los agentes irrumpieron en dos celdas aisladas y oscuras. Allí, en el corazón mismo del sistema penitenciario, latía el nido de una red criminal dedicada a la distribución de material de abuso sexual infantil. Uno de los crímenes más aberrantes de la humanidad.
Fue un hallazgo que heló la sangre de los experimentados investigadores, encabezados por el Dr. Daniel Ichazo, punta de lanza contra la lucha de la explotación sexual en nuestra zona. Entre los muros de aquella prisión, donde los reclusos cumplían condenas por diversos delitos, se escondía una actividad aún más perversa y siniestra. Celulares, computadoras y una aplicación diseñada para ocultar contenido pornográfico fueron incautados en la redada.
El descubrimiento fue parte de “la redada más grande de los últimos tiempos contra criminales sexuales en redes sociales”, indicaron fuentes del caso.
El megaoperativo comenzó este martes a las 6 de la mañana: se trata de 115 allanamientos en 65 ciudades de la Provincia de Buenos Aires, que se realizan en el marco de la “Operación Protección de las Infancias IV”, detallaron.
En el caso de la prisión, a cargo del fiscal Daniel Ichazo, los detectives determinaron que la banda pedía fotos y videos a las víctimas -todas menores de edad- y, cuando las conseguían, les pedían dinero para no publicarlas.
Al mismo tiempo, enviaban las imágenes, mediante la aplicación, a internos de otras unidades y otros usuarios. Las fuentes precisaron que se detuvo a seis internos y se incautaron siete celulares.
Un preso que ya tenía condena a 50 años por abuso
“El principal productor del contenido está preso con condena a 50 años por abuso sexual. Hoy le encontramos carpetas en su dispositivo divididos por nombres de sus víctimas y una aplicación que simula una calculadora, pero es el ingreso a carpetas ocultas”, detalló el fiscal Ichazo en una entrevista a la Radio de la Universidad Nacional Arturo Jauretche.
«Realmente es algo sorprendente y alarmante. Que estos criminales hayan logrado infiltrarse en el sistema carcelario para seguir delinquiendo es algo que nos deja atónitos», relató el fiscal.
Y es que el principal sospechoso ya se encontraba preso, cumpliendo una condena de 50 años por abuso sexual. Desde su encierro, había logrado organizar toda una red de distribución de material ilegal, explotando la vulnerabilidad de menores.
La «Operación Protección de las Infancias IV» permitió realizar 115 allanamientos en 65 ciudades bonaerenses, descubriendo otros casos de posesión y difusión de contenido pornográfico infantil. Incluso, en La Matanza, se hallaron pintadas en una pared que indicarían el abuso de una niña por parte de su propio padre.
«Esto demuestra la penetración que han logrado estas redes criminales en el sistema penitenciario. Es algo que nos obliga a redoblar esfuerzos y reforzar los controles de seguridad para evitar que sigan cometiéndose estos delitos atroces», enfatizó el fiscal.