El cuerpo de Lautaro Morello, el joven asesinado en diciembre pasado luego de haber desaparecido de Florencio Varela junto a su amigo Lucas Escalante, cuyo paradero aún se desconoce, fue exhumado hoy para tomar muestras y realizar cotejos de ADN.
Fuentes judiciales informaron que la exhumación fue llevada a cabo esta mañana por peritos de la Policía Federal Argentina (PFA) en el cementerio municipal de Florencio Varela.
Esta diligencia fue solicitada por la familia de la víctima, ya que nunca se certificó genéticamente que el cuerpo perteneciera al joven.
Por ello, los peritos tomaron muestras del cadáver para cotejarlas con el perfil genético de los padres de Morello (18) y se estima que los resultados se conocerán en unos 20 días.
Las mismas fuentes recordaron que la identificación del cuerpo, que se encontró semicalcinado, se había realizado a través de las huellas dactilares, por lo que para los investigadores no hay dudas de que pertenece a Morello.
El cuerpo de Morello fue encontrado cerca de las 21.30 del jueves 15 de diciembre pasado a la vera de la autopista en construcción Buen Ayre, en Guernica, partido de Presidente Perón, recostado boca abajo, «semicalcinado y en avanzado estado de descomposición» y, según la autopsia, la muerte se produjo por «asfixia mecánica».
El último destino en el que quedó acreditado que estuvieron los dos amigos, en base a la declaración de testigos y por el análisis de antenas de celular y cámaras de seguridad, fue la casaquinta del comisario mayor Centurión, en La Capilla.
Si bien el móvil del hecho aún no está esclarecido, una de las hipótesis que se investiga es que los dos principales imputados detenidos por el caso, Cristian y Maximiliano Centurión, le ofrecieron como anzuelo a las víctimas los vales de nafta gratuitos que tiene la policía bonaerense para abastecer los móviles de combustible.