Cuando tiraron los puentes peatonales del barrio Pepsi para que pasen las enormes torres eólicas hasta el sur del país, ya empezaron a demostrar que estaban dispuestos a hacer lo que quisieran sin ningún tipo de control de parte del entonces gobierno de María Eugenia Vidal.
Para colmo, después despidieron trabajadores con la oscura sospecha de un pago de indemnización con subvención del Estado que conducía Mauricio Macri.
Y encima, al arranque de esta gestión provincial, nadie todavía se explica por qué o con qué necesidad, Axel Kicillof visitó la polémica planta donde se suponía se iba a hacer la primera torre eólica que se exportaría desde la Argentina a EEUU.
Así las cosas la multinacional metalúrgica productora de torres eólicas, Gri Calviño, de Florencio Varela tiene serias sospechas de llevar adelante un lock out como medida de extorsión para imponerle a sus 200 trabajadores reformas flexibilizadoras de las condiciones de trabajo.
Los trabajadores le dijeron a Infosur que la empresa amenaza con retirarse del país si no aceptan las nuevas condiciones, sin embargo parece una amenaza de baja altura, ya que los obreros denuncian que el material para comenzar los nuevos trabajos están retenidos en el Puerto de Buenos Aires por pedido de la patronal.
Para Jesús Sánchez, uno de los delegados de los trabajadores, la empresa tienen contratado al Grupo Caballero de abogados que son los que se sientan en la mesa de negociaciones del Ministerio de Trabajo: “Es el mismo estudio jurídico que representa a Techint”, sostiene.
Según Sánchez, desde que llegó la pandemia al país, los metalúrgicos de Gri Calviño lograron un plus de $3.000 por quincena por trabajar durante la cuarentena, reincorporaron compañeros y acordaron que las suspensiones sean al 95% del salario.
En este cuadro, la asamblea de trabajadores resolvió hace unos 15 días un plan de acción con el bloqueo de los portones, el corte de la avenida y del ferrocarril y un acampe. El dueño de la empresa, Roberto Panfilio, y el gerente de recursos humanos, Jorge Yoma, se atrincheraron en la empresa durante toda la noche. En la asamblea y con la presencia del Barba Gutiérrez -quien conduce la seccional de la UOM-, los trabajadores denunciaron que esto es un verdadero lock out y reclamaron que el gremio realice la denuncia y accione contra este verdadero ataque a las condiciones de trabajo y a los salarios de los compañeros.
OPERATIVO POLICIAL
Aunque ahora la cuestión está más calmada, el fin de semana efectivos de la policía de Florencio Varela profundizaron el operativo en torno a la metalúrgica Gri Calviño, la planta que permanece tomada por los trabajadores, y sube la tensión.
“Estamos tomando la planta pacíficamente con los compañeros, aguantando y no queriendo ser sobornados por esta multinacional que lo que quiere es quebrar la unión y la fuerza de los compañeros y de la fuerza sindical.” sostiene Pablo Almeida, trabajador y delegado de Gri Calviño.
“La empresa está en este momento llevando adelante un lock out, reteniendo las chapas que sirven para nuestra producción en el puerto, con la intención de que nosotros firmemos un acuerdo que lleva a flexibilizar los puestos de laburo, baja salarial e incluso están buscando quitarle poder a los trabajadores en su organización, ya que pretenden que se burocraticen todos los reclamos y no se hagan en forma pragmática dentro de la planta”, comenta David, trabajador de Gri Calviño.
