En un inquietante episodio que añade capítulos a la oscura trama que estremece a Florencio Varela, tres efectivos de la Policía Bonaerense, detenidos por su presunta participación en el encubrimiento del homicidio de Lautaro Morello y la desaparición de su amigo Lucas Escalante, optaron por el mutismo ante las autoridades judiciales.
Los oficiales Ramiro Yair Forchinito, Juan Manuel Britos y Damián Rodríguez, en una actitud que enmascara más preguntas que respuestas, se negaron a prestar declaración indagatoria en el día de hoy, según información proveniente de fuentes judiciales. Estos silencios reveladores, ante las acusaciones de «encubrimiento calificado por ser el hecho precedente un de especialmente grave y por su condición de funcionario público», proyectan sombras aún más profundas sobre el caso.
La orden de detención, emitida por el fiscal Daniel Ichazo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Berazategui, se llevó a cabo durante la madrugada del pasado sábado. Estas detenciones se suman a otras realizadas con anterioridad, arrojando un total de siete implicados en este turbio suceso que mantiene a Florencio Varela en vilo.
Las acciones policiales que condujeron a las detenciones fueron ejecutadas por la Policía Federal Argentina (PFA), en una coordinación que busca descubrir la trama oculta detrás del homicidio y la desaparición que mantienen a la comunidad en estado de alerta.
Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense, tomando medidas drásticas, separó a los policías implicados y los puso a disposición de la Justicia. No es la primera vez que el oficial Forchinito enfrenta la sombra de la ley; días después de denunciarse la desaparición de los amigos Escalante y Morello, fue detenido bajo cargos de «falso testimonio», aunque fue liberado posteriormente.
Uno de los policías ya había estado preso
El fiscal Ichazo sostiene que Forchinito, secretario del comisario mayor Centurión, y Britos, oficial administrativo de la DDI de Quilmes, colaboraron activamente en «ocultar, alterar y hacer desaparecer elementos probatorios» relacionados con el caso. Rodríguez, por su parte, enfrenta imputaciones similares por su rol durante las declaraciones de testigos.
Este episodio oscuro tiene sus raíces en la desaparición de Lucas Escalante (26), visto por última vez el viernes 9 de diciembre del año pasado en Bosques. El cuerpo semicalcinado de Lautaro Morello fue hallado días después a la vera de la autopista en construcción Buen Ayre, en Guernica, partido de Presidente Perón.
El misterio de Lucas y Lautaro y un silencio que duele
El misterio que envuelve este crimen se amplifica con las declaraciones que señalan a la casaquinta del comisario mayor Centurión como el último lugar donde estaban los amigos. Mientras el móvil del crimen aún permanece sin esclarecerse, la comunidad de Florencio Varela sigue esperando respuestas, mientras las autoridades intensifican los rastrillajes en el conurbano bonaerense en busca de pistas que arrojen luz sobre este caso que, en medio del silencio de los implicados, continúa sumiendo a la localidad en un estado de conmoción y preocupación.