Las previsiones de meteorólogos y especialistas del sector agropecuario no fallaron. Desde hace varias semanas se anticipaba un panorama más que complicado para la región oeste del territorio argentino que actualmente se encuentra en un nivel hídrico ajustado y prácticamente depende de un milagro o una anomalía en la circulación de aire y frentes lluviosos para poder continuar con los cultivos.
El presente hídrico en lo que va de junio fue positivo para Misiones, Corrientes, el centro y norte de Entre Ríos y el sudeste del país, aunque en menor medida puesto que Santiago del Estero y la zona norte santafesina recibieron escasas precipitaciones durante las últimas precipitaciones.
Las reservas de agua en la zona mediterránea del país siguen decayendo y la diferencia en la oferta de agua entre las provincias del norte y las del sur de la región pampeana es cada vez más marcada. El absoluto contraste se da en favor de las zonas del sur que cuentan con mejores condiciones hídricas, dotando de mayor humedad superficial a los suelos lo que se traduce directamente con el avance en la siembra fina sin ningún tipo de limitante. La realidad opuesta se da en el oeste donde permanecen atentos minuto a minuto respecto al pronóstico del tiempo en la región. En caso de que las lluvias no se den de manera inmediata, y contra toda normalidad que no prevé la caída de precipitaciones para esta altura del año, los avances en la cosecha fina deberán suspenderse de manera definitiva ante la falta de humedad superficial.
Otro aspecto a tener en cuenta es que se mantiene la condición de neutralidad en el Pacífico y se prevé la misma situación durante todo el invierno por lo que Argentina no tendrá excedentes de humedad hasta fines de agosto. Por su parte, el evento de la Niña todavía sigue siendo incipiente y la neutralidad global aumenta la importancia de eventos regionales marcados.
En lo que va de junio los vientos provenientes del norte fueron los grandes protagonistas ya que movilizaron buena parte del aire húmedo hacia la región pampeana y beneficiando el clima en Rosario. Poco a poco, los vientos empiezan a perder potencia y las circulaciones del este o del sudeste empiezan a tomar mayor protagonismo. En general, el aporte de aire húmedo de estos vientos es menor al proveniente desde el norte, y esto genera menor cantidad de humedad superficial y profunda sobre los suelos de las zonas mediterráneas.
Ante el panorama mencionado las zonas del oeste del país se mantienen desde hace varias semanas con niveles hídricos ajustados y prácticamente quedaron librados a una anomalía en la circulación habitual correspondiente a la fecha. El escenario ideal que haya un período sostenido con vientos estables provenientes desde el noreste que potencien la formación de precipitaciones sobre la zona mediterránea, aunque teniendo en cuenta la época de marcado descenso de temperatura esa opción parece cada vez más improbable.
Las últimas 24 horas fueron positivas en lo que a precipitaciones respecta, ya que se desarrollaron lluvias significativas sobre la provincia de Buenos Aires, aunque no avanzarán con la misma fuerza hacia zonas que transcurren con déficits hídricos como el este cordobés y el centro de Santa Fe.