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El hospital El Cruce a todo corazón

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Llegó en vuelo sanitario, le realizaron la cuarta
cirugía a corazón abierto y le salvaron la vida

En medio del pico de contagios por coronavirus, el Hospital El Cruce volvió a ser noticia y a alegrar los corazones. Profesionales del hospital realizaron otra histórica cirugía a corazón abierto a un joven paciente de 25 años derivado del Hospital Cosme Argerich que llegó en vuelo sanitario.

El paciente ingresó grave por una enfermedad que ya lo puso cuatro veces en una sala de quirófano para una operación a corazón abierto. No había tiempo que perder y su intervención era de carácter urgente.

La historia clínica de Alan, nombre de pila del paciente, comenzó a inscribirse incluso antes de nacer ya que padece u una cardiopatía congénita, es decir alteraciones del corazón y los grandes vasos que se originan antes del nacimiento. A los tres años de edad, en 1998, fue operado en el Hospital Garraham por primera vez. La segunda cirugía fue en el 2009 a los 14 años y la tercera a los 17 en el 2013.

En el Hospital El Cruce hace diez años que viene desarrollando el programa de cardiopatías congénitas en adultos y es el único hospital operativo que está dando respuestas a esta población.
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El Dr. Alejandro Jorajuría, cirujano cardiovascular del hospital explicó que “el paciente Alan ya ha tenido cirugías desde muy pequeño en la etapa neonatal, niñez y adolescencia. La primera cirugía que tuvo fue en el hospital Garrahan y esa estenosis pulmonar determinó que el paciente durante toda su vida tenga que tener una suplementación de la arteria pulmonar porque la que tenía era muy pequeña. Como la prótesis que se pone en la etapa neonatal no crece son pacientes que deben necesitar ser inscriptos en una secuencia de recambios antes de los 20 años van a tener por lo menos tres cirugías.”

“La última cirugía que le hicieron a Alan fue a los 17 años, en ese momento se le colocó una prótesis que con los años desarrolló lamentablemente una infección, es decir una endocarditis. Al no responder con el tratamiento antibiótico en dos ciclos se determinó la necesidad quirúrgica”, sostuvo el Dr. Jorajuría.

En otro tramo de la entrevista el Dr. Jorajuria explicó “en el Hospital Argerich no tenían la posibilidad quirúrgica por eso El Cruce entró a ser parte de esta secuencia multiinstitucional. En medio de la pandemia realizamos los ateneos por zoom con los médicos tratantes de Alan. Después de los estudios y en fase de clínica, los profesionales decidieron que lo mejor era quitar el nido de la infección, es decir la prótesis.

La preparación para ingresar a quirófano del paciente incluyó activar el protocolo Covid-19 además se permitió que los familiares acompañen al joven ya que mejora el estado emocional durante la cirugía y el post operatorio.

“Los pacientes con este tipo de cardiopatías congénitas son pacientes de corazones muy frágiles porque han pasado por varios procedimientos y sus corazones van sintiendo el impacto de cada cirugía”, relató el Dr. Jorajuria.

La operación que se realizó en el hospital El Cruce duró diez horas y de gran precisión quirúrgica. Se trató de un recambio de la conexión del ventrículo derecho la arteria pulmonar y se hizo con un homo injerto. “La válvula que le colocamos es de tejido biológico, se podría decir que se trató de un trasplante porque la válvula colocada fue donada y criopreservada en un banco de injertos del Garrahan. Este tejido biológico es el que menos reincidencia tiene en infecciones, explicó Jorajuria.

Los cirujanos que intervinieron fueron los Dres. Miguel Chappuis y Alejandro Jorajuria, el anestesista Matías Olozaga y la perfusionista Gabina Méndez y la instrumentadora Mariel Steliutto. Lo complejo de la cirugía es el hecho de a reoperación que uno realiza al paciente porque implica un aumento porcentual importante de la mortalidad. Porque la cicatrices de anteriores cirugías las adherencias hace muy complejo el abordaje.

Un post operatorio complejo así lo explicaron el Dr. Gonzálo Pomares y la Dra. Sandra Defelito cardiólogos del área de recuperación cardiovascular. “Alan durante la intervención sufrió un shock hipervolémico (es un síndrome complejo que se desarrolla cuando el volumen sanguíneo circulante baja a tal punto que el corazón se vuelve incapaz de bombear suficiente sangre al cuerpo) que requirió de múltiples transfusiones.

Por esta situación, los médicos decidieron que deberían esperar por lo menos 48 horas para cerrar la zona de la herida, lo que se llama un cierre diferido. Es decir el paciente salió del quirófano con el tórax abierto, estaba con respirador y así permaneció durante 48 horas en la unidad de terapia intensiva con alto riesgo de infecciones pero su evolución fue favorable lo que permitió que Alan ingrese nuevamente a quirófano para realizarle el cierre definitivo”. Una vez superada esta instancia Alan mejoraba día a día hasta que llegó el alta y luego de veinte días de internación regresó a su casa.

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