José Lemme pateó el tablero y fue derecho al grano. “Las Sociedades Anónimas no me asustan. Que vengan a Defensa sería una salvación”, dijo el presidente del club de Florencio Varela en declaraciones a ESPN 107.9 FM.
“A los clubes chicos, no debiera asustarles. A nosotros nos daría un crecimiento mayor. En el ’86 fuimos gerenciados y estuvimos así durante prácticamente cuatro años y la realidad es que nos vino bien. Luego, por cosas de la vida, la Sociedad se fue, pero nos vino bien”, avanzó Lemme
Las explosivas declaraciones radiales se formularon justo en el momento en que el gobierno nacional les exigió a los clubes que acepten la creación de la Súperliga, que justamente contempla en un apartado de su reglamento la inclusión de ese tipo de organización.
«Las Sociedades Anónimas no me asustan. Que vengan a Defensa sería una salvación. Es complicado para las instituciones grandes, pero es difícil que lleguen ahí. En cambio a los clubes chicos no debería preocuparles. Es que por ejemplo a nosotros nos daría un crecimiento mayor. En el ’86 fuimos gerenciados y estuvimos así durante prácticamente cuatro años y la realidad es que nos vino bien. Luego, por cosas de la vida, la Sociedad se fue, pero nos vino bien», remarcó Lemme.
«Pero por lo pronto el fútbol debe empezar cuanto antes, porque la imprevisibilidad es el peor enemigo. Ojalá esto termine pronto y podamos comenzar a jugar. Es probable que empiece el 19 de febrero el campeonato, porque no se si se puede dilatar más. Para los clubes y para los jugadores estar parados tanto tiempo es algo que realmente no nos beneficia. Si esto sigue demorándose, va a ser todo muy complicado», estimó.
Lemme le indicó a Espn que debe «haber elecciones y un presidente legítimo de AFA. De eso no hay dudas.
Es que lo económico es la principal urgencia, ni hablar. Lamentablemente es lo que más se siente. Como en cualquier economía, si no hay solvencia, es difícil resolver los pormenores».
«Yo, desde que tengo uso de razón, nunca viví una situación así. Por ahí en 2001, pero no es como ahora. En aquel momento, estando Julio Grondona al frente, se resolvía de otra forma», indicó quien estuvo muy cerca del fallecido titular de AFA durante los últimos años de su mandato.
La semana pasada fue sacudida por la propuesta del gobierno nacional para que los clubes cobren la rescisión del contrato de Fútbol para Todos si a cambio de ello aprueban la Súperliga, el nuevo estatuto y procuran el desendeudamiento que mantienen con AFA gran parte de ellos.
El nuevo estatuto generó de por sí una controversia entre dos grupos antagónicos de la comisión de primera división encargada de negociar además los derechos de televisión con empresas privadas (la sociedad Turner.-Fox y Espn).
Por un lado se pararon el mencionado Angelici, quien apoya para la presidencia de AFA a Claudio Tapia, yerno del presidente de Independiente, Hugo Moyano, justamente otro de sus laderos junto a sus pares Víctor Blanco, de Racing y Alejandro Nadur, de Huracán, y por el contrario Marcelo Tinelli, el vice sanlorencista que cuenta con el respaldo del titular riverplatense, Rodolfo D’onofrio, y el de Lanús, Nicolás Russo.
El tema en cuestión pasa porque si las elecciones AFA se llevan adelante con el nuevo estatuto tendrán supremacía los clubes de primera, mientras que con el vigente la ventaja será para el ascenso, lo que de por sí impondría a «Chiqui» Tapia por encima de cualquier otro candidato, incluyendo a Tinelli.
Por eso, ante esta puja surgió un tercero en discordia para quedarse con la sucesión de Grondona, y es quien además tiene la aprobación unánime de FIFA y Conmebol, este último su lugar de trabajo por estos días: el ex presidente de Lanús, el abogado Alejandro Marón.
Por eso el ascenso en pleno se opone a esta propuesta gubernamental y pretende que el mismo día que se celebre esa Asamblea Extraordinaria para crear la Súperliga y aprobar el nuevo estatuto, también se definan los montos de la indemnización de Fútbol para Todos, el nuevo contrato con la televisión privada y, por último, se realice la elección en la que se elija al futuro presidente de AFA.
Es que si esto no es así con los 75 miembros que hoy componen la Asamblea en la que tienen mayoría, ya no podrá serlo con la que viene, porque según el borrador que el pasado lunes bajó FIFA a la AFA, se reducirá a 45 integrantes cuya distribución será de 22 representantes de primera, 18 del ascenso y el fútbol del interior y 6 de los denominados ‘grupos de interés’ (un ex árbitro, un ex futbolista, un ex entrenador, un representante de fútbol playa, otro de fútbol femenino y el restante de futsal).
Pero el otro asunto al que se opone el ascenso, con Tapia a la cabeza, es aprobar la Súperliga con el valor agregado de las sociedades anónimas, algo en lo que coincide con el grupo de clubes de primera división, aunque por lo que dejó en claro hoy Lemme, esa no es una opinión unánime.
Pero desde que se empezó a hablar de la que se llamaría formalmente Liga Argentina de Fútbol, la palabra privatización empezó a sobrevolar a los clubes argentinos con esta impronta internacional que separa a la Súperliga por un lado y a la AFA por otro (se quedaría con la B Nacional, el resto del ascenso, los torneos Federales y el seleccionado argentino), como ocurre con la Premier League y la Federación inglesa, la Bundesliga y la Asociación Alemana, y tantos ejemplos más en todo el mundo. Ese parece ser el futuro.