En el predio de la Unidad de Pronta Atención del barrio Km 26, 700 de Florencio Varela se trabaja las 24 horas. En ese lugar, en unos 20 días, debería estar terminado uno de los hospitales de emergencia que se levantarán en el país en el marco de la guerra contra el coronavirus.
La tarea es ardua y exige esfuerzo. En el lugar se realizan movimiento de suelo y el armado de estructuras para el techo semicubierto del futuro sector de ingreso de ambulancias, el armado de estructuras para, trabajos de emplazamiento de la antena para mejorar el servicio de red, y el nivelado de plateas para la instalación de gases medicinales, oxígeno y grupo electrógeno. El jefe comunal Andrés Watson repite las visitas a las obras convencidos de la importancia de contar con este hospital y el desafío de realizarlo lo más pronto posible. Pocas horas atrás Watson recorrió el lugar junto a al Secretario de Obras Públicas de Nación, Martín Gill.
CÓMO SERÁ
El Municipio ya terminó de realizar la platea de hormigón planificada para sostener al edificio que instalará el Ministerio de Obras Públicas de la Nación, que tendrá 1500 metros cuadrados de dimensión para albergar a 25 pacientes en terapia intensiva y 30 en sala común.
La apuesta es clave para evitar la sobrecarga del sistema público de Salud durante el pico estimado del brote, la segunda semana de mayo.
Florencio Varela fue electo entre los 8 distritos que contarán con estos hospitales, junto con Quilmes, Tres de Febrero, Hurlingham y Moreno; y en predios de las ciudades de Resistencia, Gran Córdoba y Gran Rosario.
Si bien el diseño y proyecto constructivo fue realizado íntegramente por argentinos, el sistema es muy similar al que se utilizó para construir el hospital modular en China, donde se levantó en 10 días. Todas las instalaciones se trasladan a la ubicación definitiva, donde se realiza el acople entre uno y otro, para conformar el área central (compuesta por 20 módulos) de los servicios de cada hospital.
«Este montaje se realiza en 48 horas. Posteriormente, se realiza el montaje de los pabellones de dormitorios que están semi elaborados, con pisos de estructura metálica, paredes y techos de paneles autoportantes y termo aislados. Primero se instalan los de terapia intensiva y luego los de internación común. Eso se hace en una semana. Después se hacen todas las instalaciones de redes eléctricas, datos, gases medicinales y termo mecánica”, señala el constructor, Pablo Rudoni, el presidente de Ecosan, la empresa de sistemas modulares que ganó la licitación.
La construcción modular se indica como «perfilería galvanizada y tabiques de termo panel PIR». Eso se traduce en hospitales levantados con paneles tipo «sándwich», que están formados por un núcleo aislante de espuma rígida de poliuretano o poliisocianurato, lo que permite una aislación térmica óptima.
En el montaje total estarán involucradas 440 personas, con un promedio de 40 por hospital, entre especialistas en ingeniería, arquitectura, Seguridad e Higiene, montadores y electricistas. Los turnos son de 12 horas.
El presupuesto promedio es de 2.100.000 dólares por hospital. Pero no se desmantelarán al finalizar la situación de pandemia, como sí pasó en China. «Seguirán funcionando como hospitales tradicionales», sostiene.
La empresa que ganó la licitación ya construyó en épocas donde no se podía esperar. «Atendimos toda la emergencia del alud del volcán y las inundaciones de Santa Fe y Comodoro Rivadavia. Hicimos 144 viviendas en 7 días», apunta. También lo hicieron desde que arrancó la pandemia.
