El uso del barbijo en la ciudad de Buenos Aires dejó de ser obligatorio desde hoy en espacios al aire libre y desde temprano la decisión del Gobierno porteño se vio reflejada en las calles con más personas sin tapabocas a pesar de que son muchos los que aún prefieren llevarlo.
Dorotea Baiges, de 71 años que parecen varios menos, vive en el barrio de Flores, es jubilada y dedicó gran parte de su vida a la Bioquímica y el laboratorio en el Hospital Muñiz. Para ella es «¡maravilloso!» que se pueda dejar de usar barbijos en la vía pública.
«Quiere decir que ya está cediendo la pandemia. Estamos en primavera, hace calor, no se puede caminar con barbijo. Es una manera de ir volviendo a la normalidad», dijo y agregó: «Solo nos queda cuidarnos cuando estamos cerca de personas y en bares, colectivos y espacios cerrados la gente tiene que usarlo y mantener las ventanillas o ventanas abiertas».
En cambio, mientras camina al rayo del sol sobre la avenida Rivadavia al 8100, en el barrio de Floresta, Raquel Vera, de 39 años, lleva puesto su barbijo junto con un uniforme azul del centro médico donde trabaja. Ella no cree que sea una buena idea dejar de usar el tapabocas. «No me parece que sea lo mejor. La gente se está relajando y la posibilidad de contagio sigue estando», indicó a Télam.
El barbijo ya no es obligatorio al aire libre
Ayer el Gobierno porteño, anunció que deja ser obligatorio el uso del tapabocas al aire libre siempre que no haya aglomeraciones de personas. Tampoco tendrán que llevarlo los alumnos en en los recreos de las escuelas. La decisión fue tomada a partir de una «evolución favorable» de la situación sanitaria del coronavirus y por el avance del plan de vacunación que alcanzó al 70% de la población con dos dosis en el distrito.
De todos modos, la utilización del tapabocas permanecerá vigente en lugares cerrados y en los abiertos donde haya concentraciones de personas.
En cuanto a su uso en la escuelas, se permitirá a los alumnos se lo quiten cuando salgan a los recreos escolares y al momento de realizar actividades al aire libre en los patios de los establecimientos; pero en el aula deberán tenerlo colocado.
El barbijo, una coraza contra el coronavirus
El uso obligatorio del barbijo o tapabocas comenzó el 15 de abril del 2020 para espacios cerrados como locales comerciales y en el transporte público; en tanto el 4 de mayo se amplió a los lugares al aire libre como parte de las acciones que buscaban prevenir contagios de coronavirus a pocas semanas de declarada el aislamiento social, preventivo y obligatorio el 20 de marzo.
Otra de las medidas que rigen desde hoy en la Ciudad contempla la eliminación de la toma de la temperatura que se efectuaba a la población antes de ingresar a espacios cerrados como escuelas o locales comerciales.
Por último, en el transporte público se retiró la restricción en torno a la capacidad máxima de pasajeros establecida para trenes, subtes y colectivos.
Pero, al tratarse de espacios cerrados, se mantendrá vigente el uso del tapaboca y, a modo de recomendación, tener las ventanillas abiertas para optimizar la ventilación.
Mientras espera en la fila para subirse al colectivo de la línea 63, en el barrio de Floresta, Nelson Chacín, de 39 años, comentó que «a estas alturas con la mayoría de la población con las dos dosis de vacuna aplicadas ya no habría problema de contagio al aire libre, siempre y cuando respetando la mínima distancia». De todos modos, llevaba un barbijo negro que combina con una gorra negra que usa para protegerse del sol.