El mono de la especie carayá criado en cautiverio que se escapó de una casa y deambulaba por los techos de una zona residencial del partido bonaerense de Quilmes, fue capturado hoy tras un amplio operativo montado por autoridades de la provincia.
El ejemplar, que es un macho joven, logró ser enjaulado por el personal de Flora y Fauna de Buenos Aires, por lo cual ahora se le harán estudios veterinarios y permanecerá en cuarentena antes de ser llevado a la Estación de Cría de Animales Silvestres (ECAS).
Si bien los vecinos reconocieron que el mono es amistoso, el primate huía cada vez que intentan acercarse, por lo que hoy se montó desde la mañana un operativo para poder atraparlo.
«Trajeron una hembra y frutas para que baje», explicó Sebastián Barreiro, director de Promoción Ambiental y Gestión Participativa del municipio de Quilmes, y precisó que se utilizaron dardos tranquilizantes por la altura a la que se encontraba en los techos de los vecinos.
El despliegue para capturar al mono se montó en Camino General Belgrano y 347, en una zona residencial de Quilmes Oeste, donde se escapó de su cautiverio hace aproximadamente una semana.
El personal que logró la captura confirmó que el mono había sido criado en cautiverio, sin embargo el dueño del animal no se presentó a reclamarlo.
«Nadie se hizo cargo, está prohibido por ley tener estas especies como mascotas», aseguró el funcionario municipal.
El mono es de la especie carayá, también conocida como mono aullador, que es el primate más grande del continente americano.
Este tipo de primates usualmente viven en las copas de los árboles de selvas y bosques húmedos, y en nuestro país pueden ser encontrados en Chaco, Corrientes, Formosa, Misiones y Santa Fe.
El mono aullador es una especie en peligro de extinción debido a la destrucción de su hábitat natural y al tráfico ilegal para comercializarlos como mascotas.
En 1999, otro mono se escapó en el barrio porteño de Almagro. Durante horas, el animal corrió por los techos, seguido en vivo y en directo por las cámaras de televisión y dando lugar a una de las más recordadas «placas rojas» de Crónica TV: «El mono no se entrega».