Está acusado de violar a una joven en el Parque Pereyra y lo detuvieron en Florencio Varela: es policía bonaerense

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Un sargento de la Policía Bonaerense de 32 años fue arrestado este domingo en Florencio Varela acusado de secuestrar y violar a una joven en La Plata. Las cámaras de seguridad lo captaron sorprendiendo a la víctima cuando subía a su auto. Un operativo encubierto de la DDI logró interceptarlo en la Ruta 2.

FLORENCIO VARELA / LA PLATA – El Nissan March celeste avanzaba despacio por la colectora de la Ruta 2, a la altura de Diagonal Fontana. Era domingo al mediodía. Adentro, un hombre de 32 años manejaba con aparente tranquilidad, ajeno a que metros más adelante lo esperaba un operativo encubierto de la DDI La Plata. Cuando los agentes le cerraron el paso y lo identificaron, todo encajó: Jonathan Andrés Peralta, sargento de la Policía Bonaerense, era el hombre que habían buscado durante horas. El mismo está acusado de que días atrás había secuestrado a una joven en plena calle de City Bell, la habría llevado hasta el Parque Pereyra Iraola y la habría violado dentro del auto robado que ahora conducía.

La detención, en jurisdicción de Florencio Varela, cerró una cacería contrarreloj que comenzó el mismo día del ataque, cuando la víctima logró pedir auxilio en una parada de colectivos y relató el infierno que acababa de vivir.

El secuestro captado por las cámaras

Todo empezó en City Bell, en pleno día. La joven, cuya identidad se mantiene en reserva, subía a su auto estacionado en la vía pública cuando fue sorprendida por un hombre que se abalanzó sobre ella. Las cámaras de seguridad de la zona registraron el momento exacto: el atacante abrió la puerta del vehículo, la sometió y se hizo con el control de la situación en cuestión de segundos.

Según consta en la denuncia judicial que radicó la víctima, el hombre la obligó a viajar hasta el Parque Pereyra Iraola, ese pulmón verde de 10 mil hectáreas que separa La Plata de Berazategui y que se convirtió en escenario de una violación brutal.

Ya dentro del parque, en algún recodo apartado de los caminos principales, el agresor estacionó el auto. Le ordenó a la joven que reclinara el asiento. Y abusó sexualmente de ella.

El relato que la víctima pudo articular después, en medio del shock y el llanto, describe una escena de terror que duró minutos pero que seguramente quedará grabada para siempre. Cuando terminó, el hombre no mostró arrepentimiento ni compasión. Simplemente la llevó hasta una parada de colectivos sobre el camino General Belgrano, la bajó del auto y huyó llevándose el vehículo.

El pedido de auxilio

La joven, en estado de shock, logró hacer señas a un colectivo que pasaba por la zona. El chofer frenó. Varios pasajeros la asistieron, le ofrecieron agua, llamaron al 911. En medio del llanto, pudo explicar lo que había ocurrido. Los testimonios de esos pasajeros anónimos que la ayudaron serán claves en la causa judicial.

La denuncia formal se radicó de inmediato. La Fiscalía a cargo del caso, conducida por Álvaro Garganta, ordenó el análisis urgente de las cámaras de seguridad de City Bell. Las imágenes fueron contundentes: mostraban al agresor, su forma de moverse, el momento del secuestro. Y, sobre todo, permitieron identificar el auto sustraído.

La pista que llevó a Florencio Varela

Los investigadores de la DDI La Plata trabajaron sin pausa. Cruzaron datos de las cámaras con registros policiales. Y apareció un nombre: Jonathan Andrés Peralta, sargento de la Policía Bonaerense, de 32 años, destinado al destacamento vial de la Autopista Buenos Aires-La Plata.

La información circuló en círculos cerrados. Si el sospechoso era efectivamente policía, había que actuar con precisión quirúrgica. El riesgo de que se alertara y huyera era alto. El riesgo de que usara su arma reglamentaria era aún mayor.

Los investigadores ubicaron su domicilio en Florencio Varela. Este domingo por la mañana, montaron un operativo de vigilancia encubierta. Sin uniformes, sin patrulleros a la vista. Solo agentes experimentados apostados estratégicamente en las inmediaciones de la casa del sospechoso.

Pasaron las horas. Y finalmente, cerca del mediodía, Peralta salió de su vivienda. Subió a un Nissan March celeste y arrancó. Los agentes de la DDI lo siguieron a distancia, sin perderlo de vista, esperando el momento adecuado para interceptarlo.

La oportunidad llegó en la colectora de la Ruta 2, a la altura de Diagonal Fontana, en pleno Florencio Varela. Le cerraron el paso. Lo identificaron. Y lo arrestaron sin que opusiera resistencia.

Lo que encontraron en el auto

La revisión del vehículo confirmó todas las sospechas. El Nissan March tenía una chapa patente adulterada. Era el auto robado a la víctima tras la violación. Dentro del habitáculo, los peritos encontraron la pistola reglamentaria de Peralta: una Bersa calibre 9 milímetros, el arma que la Policía Bonaerense entrega a sus efectivos.

También hallaron una licencia de conducir a nombre de una mujer: la dueña legítima del vehículo, la joven que días atrás había sido secuestrada en City Bell.

Todo quedó secuestrado como prueba. El auto, el arma, la documentación. Peralta fue esposado y trasladado a la sede de la DDI La Plata, donde quedó alojado en una celda de calabozos policiales.

Un policía acusado de violación

El caso generó conmoción no solo por la brutalidad del hecho, sino por la condición del acusado. Jonathan Andrés Peralta no es un delincuente común. Es un sargento de la Policía Bonaerense, un hombre entrenado, armado, con acceso a información privilegiada y con conocimiento de los procedimientos de investigación criminal.

Según informó el portal especializado Hechos y Derecho, Peralta trabajaba en el destacamento vial de la Autopista Buenos Aires-La Plata, uno de los puntos de mayor tránsito vehicular de la provincia. Su función era controlar el tráfico, asistir accidentes, garantizar la seguridad vial. Nadie entre sus compañeros sospechaba que pudiera ser capaz de un crimen semejante.

La Policía Bonaerense ya inició una investigación administrativa interna. Peralta fue dado de baja preventivamente de sus funciones. Su arma reglamentaria, secuestrada. Su placa, suspendida. Fuentes policiales consultadas por este medio confirmaron que se evaluará su expulsión definitiva de la fuerza una vez que la Justicia determine su responsabilidad penal.

La indagatoria

Este lunes a primera hora, el fiscal Álvaro Garganta indagará formalmente a Peralta. El sargento detenido tendrá la oportunidad de declarar, de ejercer su derecho a defensa, de dar su versión de los hechos. También podrá optar por no declarar, amparándose en su derecho constitucional.

La imputación que pesará sobre él es gravísima: privación ilegítima de la libertad agravada, abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de arma de fuego y robo. Si es declarado culpable, podría enfrentar una condena de más de 20 años de prisión.

La víctima, mientras tanto, recibe asistencia psicológica en el marco del programa de atención a víctimas de violencia de género y delitos sexuales del Ministerio de Justicia bonaerense. Su testimonio será crucial en el juicio que se avecina.

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