El barrio de Santo Tomás en Florencio Varela se convirtió en el epicentro de una creciente controversia después del dramático tiroteo que ocurrió en la intersección de Magdalena y Escalada. La versión oficial de la policía sobre el incidente, en el que un menor de 17 años resultó gravemente herido, está siendo fuertemente cuestionada por la comunidad local, quienes afirman que los disparos provinieron de los oficiales, no de los jóvenes que intentaron eludir un controlde tránsito.
Vecinos del barrio, preocupados por lo que se describe como un abuso de poder policial, expresaron sus dudas sobre el relato oficial. Aseguran que no hubo disparos por parte de los jóvenes, y que, en cambio, fue la policía la que abrió fuego, poniendo en riesgo la seguridad de todos los presentes en el área.
Versiones contradictorias sobre el tiroteo
Uno de los residentes de Santo Tomás, quien prefirió mantener su anonimato por temor a represalias, declaró a Infosur: «Podría haber sido una masacre. Los jóvenes no estaban armados, no dispararon. Fue la policía la que inició el tiroteo». Sus palabras reflejan la desconfianza creciente en la versión oficial y la preocupación por la seguridad de la comunidad.
La confianza en la fuerza policial de Florencio Varela se tambalea a medida que los residentes exigen respuestas y una investigación exhaustiva e imparcial sobre lo sucedido. Las tensiones se han elevado en el barrio, y la comunidad exige transparencia y rendición de cuentas por parte de las autoridades.
Este incidente sirve como un recordatorio crítico de la necesidad de una revisión exhaustiva de los protocolos policiales y la importancia de garantizar la seguridad y los derechos civiles de todos los ciudadanos, incluso en situaciones de confrontación con la ley. La verdad sobre lo ocurrido en Florencio Varela debe ser aclarada para restaurar la confianza en la fuerza policial y en la comunidad en general.