Fue un domingo de noviembre de 1929. Fernando Pozzo, un reconocido médico quilmeño, que después llegó a ser el intendente de Quilmes, se adentró por la “extraña pampa ondulada” y con mapas y documentos bajo el brazo redescubrió el solar natal de Guillermo Enrique Hudson.
La enorme devoción que Pozzo tuvo por la literatura, sobre todo la inglesa, y el manejo del idioma inglés, lo llevó a una relación especial con la vida y la obra de escritor, de la que tradujo en 1928, “Allá lejos y hace tiempo”, la autobiografía y los recuerdos durante su infancia en “Los veinticinco ombúes”, la chacra de los padres en el actual Florencio Varela, hasta 1891, partido de Quilmes. Aunque algunos puristas consideran que sus traducciones no fueron del todo precisas, en Gran Bretaña está considerado como el difusor por excelencia de la obra de Hudson, junto con Violeta Shinya, sobrina nieta del escritor (Borges decía de Hudson, en sus afinadas ironías, que en sus escritos tenía un inglés «muy chacomusero»). Ese libro recoge una acabada descripción de lo que era esta zona por aquellos tiempos.
Cuando en 1929 Pozzo llegó a la zona, un puestero comisionado por los Davidson – propietarios del predio- habitaba la modesta vivienda, en la que aún se conservaban el viejo catre de hierro de Guillermo Hudson y su colección de pájaros embalsamados. El periódico Palabras con Historia, de la periodista e historiadora, Graciela Linari, tiene una enorme cantidad de artículos que se adentran en la historia del escritor. Y que son una proclama para la memoria local. Como este redescubrimiento que aquel curioso médico quilmeño logró de la casa natal de quien es considerado uno de los primeros ambientalistas del mundo.
Un proyecto para que sea Museo Nacional
En las últimas horas, el intendente de Florencio Varela, Andrés Watson, el ministro nacional de Cultura -Tristán Bauer- junto a la titular provincial de Gobierno -Cristina Álvarez Rodríguez- más el responsable de la cartera bonaerense de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica -Augusto Costa- formalizaron la presentación de una iniciativa para declarar al Museo “Guillermo Enrique Hudson” como lugar y monumento histórico nacional.
En ese contexto, el Mandatario Comunal junto a los funcionarios y funcionarias presentes habilitaron el renovado acceso a la institución ubicada en Ingeniero Allan tras la colocación de los antiguos adoquines extraídos de la zona céntrica en la calle interna del predio hasta el sector destinado al estacionamiento de vehículos.
El titular en el Ejecutivo local resaltó la “trascendencia artística e histórica de un sitio emblemático para los vecinos y vecinas: sede de tradicionales celebraciones como la Fiesta de la Frutilla o de la Pachamama”.
Además, la máxima autoridad distrital subrayó tanto el interés como el respaldo desde los distintos niveles de gobierno como del ámbito parlamentario para preservar un espacio natural de gran importancia en la comunidad.
Watson remarcó la determinación de instalar el adoquinado en el sendero de ingreso a la reserva natural “para potenciar su relevancia patrimonial en una transformación que representó un impulso al crecimiento de nuestro distrito: por un lado, una zona comercial en mejores condiciones, con nuevos asfaltos; por el otro, revalorizar un material que fue parte de nuestra historia y reubicarlo aquí adquirió una mayor significancia”.
Bauer recordó una visita junto a su abuelo cuando era niño “para conocer la casa donde vivió un personaje mítico que hablaba de observar a la naturaleza y logró convertir esa mirada en obra con textos distribuidos en todo el planeta”.
Posteriormente, el integrante del gabinete presidencial definió al patrimonio cultural como “una parte de nuestra memoria que requería un cuidado respetuoso y un análisis exhaustivo para materializar ideas desde una perspectiva innovadora”.
“Nación, Provincia y Municipio más el acompañamiento desde el Legislativo constituyeron una vinculación sólida como rasgo distintivo de este tiempo para elaborar proyectos a futuro destinados a un establecimiento con un potencial inmenso”, afirmó.
Álvarez Rodríguez destacó la vocación de servicio de quienes participaron como “argumento imprescindible para formular acciones con un lineamiento central: afianzar la identidad varelense y conmemorar el centenario desde el nacimiento de Hudson”.
Luego, la ex – diputada nacional calificó como “muy especial” a la propuesta de “conectar mediante esta entidad el desarrollo productivo, turístico, patrimonial, educativo, cultural y recreativo con una visión sustentable”.
Costa celebró la perspectiva común entre los actores involucrados para diagramar una planificación global y jerarquizar distintas dimensiones de la vida social de manera armónica con participación ciudadana.
“Tenemos la oportunidad concretar un modelo de respuesta a inconvenientes estructurales en toda la provincia de Buenos Aires con las entidades culturales y consolidar una perspectiva de políticas públicas con un mejor impacto”, aseveró.
El entorno natural del Museo
El Alcalde efectuó un recorrido por las instalaciones junto a las autoridades. El breve itinerario incluyó una parada en el hogar perteneciente al autor de “Allá lejos y hace tiempo”, donde conocieron más detalles sobre el escritor que funcionaron como disparadores para repensar el escenario actual.
El director del Museo -Rubén Ravera- describió al lugar como “rústico, de apariencia austera, concebido para visitantes con interés en la lectura y en el medio ambiente”. “Una experiencia de inmersión con la capacidad de interpelar al turista sobre el futuro del planeta”, planteó.
“Me puso muy contento la apertura de la entrada tras su intervención, entendiéndola como un progreso para toda el área tanto interior como exterior. De ese modo, podremos ofrecer mejores servicios sin perder la esencia como punto de encuentro con la naturaleza: aves, plantas, sus perfumes y sonidos”, detalló.
Estuvieron presentes la diputada nacional María Rosa Martínez; la subsecretaria de Políticas Culturales de la Provincia de Buenos Aires, Victoria Onetto; la presidenta del Honorable Concejo Deliberante local, Laura Ravagni; el secretario de Obras, Servicios Públicos y Movilidad Urbana, Diego Trejo.
“Cómo encontré los 25 Ombúes”
En 1929, con el Dr. Craviotto había emprendido una investigación para hallar la casa donde vivió Hudson en Florencio Varela. Recorrió a caballo esos campos hasta encontrar “Los veinticinco ombúes” que Hudson describe en su libro “Allá lejos y hace tiempo” (1918). El periplo tuvo el éxito esperado y hoy la provincia y la municipalidad de Florencio Varela cuentan en su patrimonio cultural con el Museo Histórico Provincial Guillermo Enrique Hudson.
Este suceso histórico para las letras y la tradición de esta región ‘gransurbonaerense’ lo expuso Pozzo en “Cómo encontré los 25 ombúes”, nota publicada en el diario La Nación del 26 de diciembre de 1934.
Cuenta la escritora y periodista Ana María de Mena, autora del libro “Don Gregorio”, la siguiente anécdota para el sitio de Internet El Quillmero: “Cuando Pozzo inició la búsqueda del ranchito natal de Hudson, le pidió a Don Alfonso Ayerza – quien entonces vivía en la estancia “Las Hormigas” de Plátanos – que le diera una mano. Probablemente le haya solicitado caballos, ya que la búsqueda se hizo atravesando campos. Don Alfonso y un hermano suyo fueron los introductores de la raza árabe en la Argentina y quienes primero inscribieron animales de ese pedigree en el Stud Book Argentino. Seguramente tenían los mejores caballos de la zona.
El caso fue que por ser peoncito en «Las Hormigas», cuando contaba con dieciséis o diecisiete años, Gregorio Serventi acompañó a Pozzo en esa búsqueda, supongo que como baqueano, ya que conocía los campos de Ayerza que en algún sector pudieron ser lindantes con la propiedad de los Davidson a la altura del arroyo Conchitas (habría que investigar esto con los planos y cartografía de aquella época).
Cuando entrevisté a Serventi para la biografía que edité con el título «Don Gregorio», él me contó – creo que sin tener cabal dimensión de la significación histórica que tiene para los hudsonianos – que había un intruso viviendo en el ranchito. También recordaba especialmente la alegría de Pozzo y sus acompañantes cuando hallaron la vieja construcción donde nació el escritor. (Fuente https://elquilmero.blogspot.com/2010/03/dr-fernando-pozzo-y-la-historia-en.html)