En el marco del programa «Más trabajo, menos reincidencia» que impulsa el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia, Internos de la Unidad 31 realizaron muebles que fueron donados al Merendero y comedor comunitario “La Esperanza” de Florencio Varela.
Se trata de una nueva acción solidaria que los privados de libertad del Centro de Estudiantes “Juan M Scatolini alojados en la Unidad 31 del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) llevan adelante en bien de diferentes entidades públicas solidarias como es en este caso este merendero y Comedor que asiste a personas de un barrio humilde de Florencio Varela.
El jueves 12 de mayo, en horas de la mañana, Juan Sánchez y algunos de colaboradores del merendero, que está ubicado en calle 1250 N° 562 de Florencio Varela, llegaron hasta la Unidad 31 en busca del mobiliario compuesto por dos mesitas, ocho sillitas, dos alacenas y una mesa grande con dos bancos, que fueron construidos por un grupo de internos del Centro de Estudiantes con materiales como pallets de madera, clavos y pinturas que fueron acercados a los Talleres del Centro Universitario que funciona dentro de la Unidad.
Romina Cansino, responsable del Centro Comunitario que recibió la donación explicó “somos un grupo de compañeros que trabajamos en esta pandemia para la comunidad de Florencio Varela, tenemos este comedor y merendero que manejamos entre 25 compañeros. Dado el contexto de la pandemia estamos entregando viandas para que se lleven y hay comedor y merendero los lunes, miércoles y viernes. Un vecino, que también trabaja en un comedor, nos comentó que en la cárcel hacían muebles y donaciones y nos contactó. Así fue que nos ayudaron haciendo sillas y mesitas para nuestros chicos que las recibieron con mucha alegría, como nosotros, que estamos muy agradecidos con las autoridades de la Unidad 31 y con los internos del Centro de Estudiantes que trabajan en los talleres”.
Juan A. y Horacio A. fueron los iniciadores de este sueño solidario que se proyecta desde el Centro de Estudiantes “Juan M Scatolini” y al que se sumaron otras varias voluntades y el apoyo del personal y las autoridades de la Unidad 31, bajo la sintonía de las políticas que se impulsan desde el Ministerio de Justicia y DD HH de la provincia de Buenos Aires a través de la Dirección General de Asistencia y Tratamiento del Servicio Penitenciario Bonaerense.
“Para los internos es una experiencia reconfortante. Se trata de un gesto y acto de caridad que fomentamos desde los establecimientos carcelarios, para que se pueda poner en práctica lo que se enseña en los talleres y en los cursos de capacitación laboral”, sostuvo el director de la Unidad 31, Oscar Alberto Saravia.