El presidente de la Nación, Alberto Fernández, y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, inauguraron en Lomas de Zamora 840 plazas y cinco hospitales penitenciarios en 11 penales bonaerenses y presentaron el Programa de Infraestructura 2021–2022, que prevé la construcción de otras 10 mil plazas y 10 hospitales.
El acto, del que participaron el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, y el intendente Martín Insaurralde, se realizó en la nueva Unidad 58 que, junto a la ampliación de otras cinco, le permitieron a la Provincia construir 1.222 plazas y levantar cinco hospitales en el primer año de gestión.
“A nadie se lo recupera socialmente en un lugar de marginalidad, donde se lo segrega y discrimina, donde no se le da de comer ni se lo cura. Nadie puede verse en esas condiciones con vocación de reintegrarse a la sociedad”, por eso es necesario “que cumplan la condena y se reintegren en la sociedad. No es un problema de mano dura, es un problema de entender que estamos en una sociedad desigual que muchas veces conduce a la desesperación del delito como única salida”, afirmó Alberto Fernández.
Estas obras son un aporte concreto a la seguridad ciudadana y a la baja de la tasa de reincidencia porque incluyen espacios educativos y de formación laboral, destinados a mejorar la reinserción social de los internos mediante la capacitación educativa y laboral, y el vínculo con sus familias y los municipios de donde provienen.
“Asumimos con 15.000 internos en huelga de hambre, así comenzó nuestro gobierno, pero un día hay que empezar a caminar la vía de la solución definitiva y de fondo de los problemas más grandes de la Provincia”, destacó Kicillof.
El Programa de Infraestructura Penitenciaria financiado con fondos nacionales y provinciales será el más grande la historia y propone reducir la sobrepoblación del 110 % que heredó este gobierno, cuya gravedad fue calificada, en octubre de 2019, como «una verdadera crisis humanitaria» por la Cámara de Casación de la Provincia de Buenos Aires y la ONU.
Las 840 nuevas plazas de ayer se suman a las 382 inauguradas en San Martín, Florencio Varela y Magdalena en agosto pasado e incluyen obras en seis unidades penitenciarias: la nueva Unidad 58 de Lomas de Zamora para 432 plazas, construida de acuerdo a las normas Mandela de la ONU, con espacios especiales para formación educativa y capacitación laboral; las ampliaciones de las alcaidías de Campana, con 76 nuevas plazas, y la Alcaidía Petinatto de Olmos, con 144 nueva plazas. Estas dos últimas, con salones de usos múltiples, oficinas para atención de asistentes sociales y psicólogos y guardias internas y externas.
Otras obras fueron también la ampliación de la Unidad 26 de Lisandro Olmos con 144 plazas, nuevo SUM, taller, escuela y ampliación de la cocina, nuevas guardias, externa e interna, hospital penitenciario y salón comedor para los agentes penitenciarios; la puesta en valor de la Unidad 54 de Florencio Varela, donde se construyen seis viviendas con capacidad para 48 privados de la libertad en la última etapa de la condena. También aquí se levantaron 2 SUM y nuevas aulas y talleres. Y, en la Unidad 32, se inauguró una nueva planta depuradora de efluentes, se renovó y amplió el taller y el espacio donde funciona la escuela.
Además, con la inauguración de cinco hospitales en los complejos de Lomas de Zamora, Florencio Varela, Sierra Chica, Ituzaingó, y General Alvear se pone en marcha el Sistema de Hospitales Penitenciarios, con el objetivo de aumentar de 57 a 450 las camas de internación en todo el territorio provincial, brindar atención de alta calidad y descomprimir el sistema público de salud.
Estas obras fueron construidas con fondos nacionales y cuentan con laboratorio, salas y equipos de rayos y ecografía, camas de terapia intensiva, unidades de diálisis, y mamógrafos.
El sistema salud tiene prevista la inauguración de otros 10 hospitales en marzo próximo en las unidades de Mar del Plata, Campana, San Martín, La Plata, Junín y los nuevos Complejos Penitenciarios Norte, Sur, Este y Oeste del conurbano bonaerense.
En tanto, el Programa de Infraestructura Penitenciaria prevé la construcción de 15 alcaldías en Tigre, Escobar, Moreno, Merlo, Morón, Hurlingham, Mercedes, La Matanza, Ezeiza, Almirante Brown, Lomas de Zamora, Avellaneda, Quilmes, Berazategui y Lanús; y cinco Unidades Penitenciarias localizadas en Merlo, Moreno y General Rodríguez, lo cual permitirá el traslado de los internos de las comisarías a las Alcaidías y habrá menos personal policial cuidando detenidos y mayor presencia en la vía pública afectado a la prevención del delito.
«Este plan de infraestructura es el más grande en la historia de la Provincia y es lejos el primer gran cambio estructural en la política penitenciaria, porque está pensado no sólo desde la ejecución de la pena, sino que también para disminuir la reincidencia que heredamos que es altísima», aseguró Alak.
Además, agregó que «este es un desafío enorme pero la seguridad pública lo requiere, porque la seguridad no se construye con palabras, se construye con hechos. Este no fue un camino fácil, porque la situación de colapso del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) es de décadas, pero se agudizó en los últimos 4 años”.
Así, se propone continuar con el programa «Más Trabajo, Menos Reincidencia» que significó un cambio de paradigma en la ejecución de la pena, promoviendo la formación educativa y laboral, la identidad y la revinculación del interno con el grupo familiar y su municipio, de acuerdo a los principios consagrados en los Tratados de Derechos Humanos y de las reglas Mandela.
En el contexto de pandemia, mientras en el mundo se producían contagios masivos en unidades carcelarias, el Plan de Salud Penitenciaria implementado en la Provincia evitó que el virus se propague por las 63 unidades, registrando hoy uno de los índices de contagios en contexto de encierro más bajo del mundo.
Cabe recordar que el gobernador Kicillof heredó con un sistema penitenciario con 15 mil internos en huelga de hambre, por la falta de alimentos y medicamentos, tras cuatro años en los que el sistema penitenciario sumó más de 16 mil internos, pasando de 35.110 a 51.135 personas. En el mismo lapso se construyeron apenas 1.108 plazas.