Apenas conocida la designación del macrista Pablo Domenichini como flamante rector de la Universidad Nacional Guillermo Brown, se armó la polémica puesto que fue nombrado en una asamblea celebrada el sábado sin que se sepa quiénes participaron, cómo se conformó y, peor aún, dónde se realizó.
Tras la designación del cargo surgieron las sospechas de los vínculos del funcionario con el macrismo, ya que es el actual secretario de Políticas Universitarias, además de referente de la agrupación radical Franja Morada
Desde los sectores que pugnaron para que se concrete la ley y se ponga en marcha la casa de altos estudios en Almirante Brown indican que la asamblea en la que se designó a Domenichini carece de legitimidad porque contradice lo que marca la Ley de Educación Superior, que establece que los estudiantes universitarios deben tener el 30 por ciento de las materias cursadas para poder elegir al rector. En este caso, no se puede dar la prerrogativa porque UNB no hay todavía carreras oficializadas y el ciclo lectivo se lanzó recién hace unos 20 días.
«El sábado se hizo una asamblea irregular, a contramano de la cuestiones legales para estos casos. Están de salida del gobierno nacional y se acomodan en estos lugares, como es el caso de Pablo Domenichini”, dijo el concejal de Almirante Brown José Lepere al ser consultado por Infosur. Para el edil “Es la puesta en escena de una Universidad que no existe”.
Se trata de una universidad pública creada por el Poder Ejecutivo Nacional, bajo la ley 27.193, en octubre de 2015. Su creación responde a una necesidad de los habitantes del Conurbano Sur de contar con un motor de crecimiento educativo regional, ofreciendo una oferta de carreras técnicas dentro de una zona eminentemente industrial.
El proyecto de la universidad busca que los estudiantes logren una inserción laboral amplia, donde puedan articularse con las fuerzas productivas locales para potenciar el desarrollo del partido de Almirante Brown y sus alrededores, cuidando el medio ambiente.
La meta es formar profesionales que puedan desempeñarse en el mercado laboral del siglo XXI, atendiendo a los avances en el campo de la ciencia, la tecnología, el big data, la inteligencia artificial, la robótica y el amplio espacio de productividad signado por el mayor valor agregado posible: el conocimiento.
Además, la UNAB busca cumplir una función socio-cultural a través de su área de investigación y sello editorial, aspirando a ser un medio a través del cual los profesionales puedan desplegar un campo de conocimientos.