La indignación por la foto de un delfín severamente lastimado a bordo de un cuatriciclo en el balneario Marisol de Coronel Dorrego traspasó las fronteras de la localidad y en las últimas horas, personal del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) logró identificar y sancionar al hombre que –se constató luego– cazó y se comió al animal.
El caso se conoció en las últimas horas, luego de viralizarse en las redes sociales la triste imagen del mamífero. Si bien en un primer momento se difundieron versiones cruzadas sobre el hecho, el propio vecino confesó haberlo capturado y la autoridad ambiental bonaerense le labró una infracción mientras evalúa el monto de una multa, que podría llegar al millón de pesos.
«En las próximas horas se dará intervención al área de Fauna de Nación, entre otras medidas», señalaron desde la institución. Por su parte, su subsecretario de Planificación Ambiental Martín Boccacci explicó que “el delfín Franciscana es una especie en peligro de extinción protegida en la provincia de Buenos Aires y declarada Monumento Natural, que es la máxima categoría de preservación».
Instalada la polémica, el pescador contó: “Lo saqué enredado en la bajada y enganchado. Pegó coletazos y traté de tirarlo al agua y encaró a la orilla otra vez, traté de dejarlo y tirarlo al agua dos veces, pasaron diez minutos y seguía ahí, así que me lo llevé”.
Rubén Vicente agregó: “Yo no paseé por el pueblo, lo llevé a mi casa y es lo que pasó”. Y sostuvo: “Tendría que haber venido escondido y dejarlo tirado, pero ya está. Lo comí y los restos los tire al mar. No tengo nada que esconder. Fue un accidente”.
La pesca incidental es la principal amenaza del Franciscana: entre 500 y 800 delfines mueren al ser atrapados por redes en la Provincia y cerca de 2 mil en todo el área de distribución. De persistir esta práctica –advierten–, su población podría extinguirse en sólo tres décadas.
En este marco, fue declarado a nivel provincial Monumento Natural a través de la Ley 14.922 para otorgarle un resguardo legal y generar estrategias tendientes a su conservación. «Nuestros guardaparques cuidan las 27 áreas naturales y reservas, y también intervienen cuando hay especies protegidas afectadas, ya sea por caza, pesca o tenencia ilegal de fauna», agregó Boccacci.