En el inicio de la investigación que permitió detener a Daniel Zisuela hay una Orientadora Educacional. Una de esas trabajadoras de la educación pública que sorprendentemente este año no pudo cerrar su paritaria salarial.
Esa Orientadora fue pieza clave al detectar cómo una de las adolescentes había cambiado hábitos y estaba decaída “como perdida”. Esa mujer, cuyos datos preferimos mantener en reserva por seguridad pero que quisiéramos gritar a los cuatro vientos, observó esos comportamientos tan extraños a los que habitualmente veía. Y comenzó a indagar. En esa decisión, en ese momento preciso, comenzó a quebrarse el código de silencio sobre el origen de la perversión y un negocio oscuro con el sexo con menores de edad en la zona.
Por eso la investigación que lleva adelante el fiscal Daniel Ichazo de Berazategui, con el auxilio de las fuerzas de seguridad que allí dirige el Comisario Inspector Juan Cardozo, determina que las chicas más vulnerables fueron aquellas que, además de no estar bien con sus familias, tenían problemas económicos. Y entonces un celular, unos pesos, algún otro objeto de valor se convertían en el anzuelo que terminaba siendo la puerta de entrada al oscuro negocio del sexo.
LA RUTA DEL NEGOCIO
Allí estaba. Temblaba. Sentía que no era ella. Su cabeza en un lugar, su cuerpo en otro. “Como si fuera una película”, en palabras de la propia víctima.
Los detalles de la investigación por los supuestos delitos de Daniel Zisuela aparecen como realmente aberrantes. Detenido por corrupción de menores, el concejal del Frente Renovador de Florencio Varela aparentemente usaba su poder como funcionario municipal, titular del gremio de Gastronómicos de la zona y como expresidente de Argentino de Quilmes para “reclutar” a chicas menores de edad en la zona del Cruce Varela.
Todo indica que primero citaba a las menores de entre 14 y 16 años de bajos recursos al bar Prince’s. Les ofrecía prostituirse a cambio de dinero y luego las chicas eran drogadas, de acuerdo al testimonio de las víctimas, que lo denunciaron ante la Justicia. Eran llevadas a hoteles alojamiento de la zona como “Ruca”, “Susurros” y “El Vergel”, a pocas cuadras a la redonda del Concejo Deliberante.
Los investigadores determinaron que había una reiteración de conductas de parte del concejal, que sentía obsesión y celos por algunas de las chicas. Llegó a pegarles cachetazos y a amenazar con matar a sus familias cuando empezaron a negarse a tener sexo y a tratar de salir de la red de prostitución en las que se encontraban. Los clientes de la red pagaban hasta $ 4 mil, y las chicas llegaron a tener sexo entre ellas mientras los hombres las miraban.
En diálogo con radio La Red, Ichazo dijo que con la detención del concejal (que ayer fue expulsado de las las del masismo) “se cortó la cadena de la función que él realizaba, en el sentido de que era el principal operador que reclutaba las chicas y las sometidas la explotación, lo que no quiere decir que no tenía satélites queproveían o hacían de nexo”.
“Él era además presidente del club argentino de Quilmes, donde contactó algunas de las chicas, después hay otros casos que no salieron de ese lugar y que estamos investigando”, precisó.
El funcionario judicial resaltó que como “concejal hacía valer ese poder con un tremendo abuso y lo refregaba a las víctimas diciéndoles que si querían salir de esasituación les iba a ir muy mal porque él manejaba Florencio Varela”.
Por este motivo, el representante del Ministerio Público dijo que no puede “negar ni confirmar” que haya otros funcionarios involucrados debido a la “trilogía de poder que manejaba el detenido, en su carácter de concejal, presidente de un club Argentino de Quilmes y representante de un gremio”.
En este sentido, Ichazo remarcó que el acusado “pedía también a las menores participar de estas”, por lo que se está investigando con quién pudieron haber sido esos encuentros.