Son estudiantes secundarios de la Escuela Secundaria Básica 49 de Quilmes Oeste. El martes pasado en una ceremonia emotiva colocaron una baldosa en homenaje a José Carballo, conocido como Aníbal o el “Negro Antonio”, en la avenida 12 de Octubre al 100, ya que fue trabajador de la Cervecería Quilmes.
La historia de José Carballo fue rescatada de la oscuridad del olvido en el 2010 por la Secretaría de Derechos Humanos de Florencio Varela después de dos años de intensa investigación de su titular, el profesor Guillermo Ñañez.
El de Carballo y el de Ramón Jorge Correa fueron dos casos que permanecían hasta el 2010, cuando fue publicado en Infosur, como ignotos para los registros nacionales relacionados con delitos de lesa humanidad. Desde esa área de gobierno, se realizó en dos años, una vasta investigación sobre las vidas de ambos desparecidos, que vivieron el principio de los años más crueles de la dictadura en Argentina.
José Alberto Carballo, era oriundo del barrio varelense Bosques Norte, vivía junto a sus padres y hermano en una vivienda de calle Hernandarias 1026. Según comentó en aquella oportunidad su hermano Carlos, dos años menor, “tenía un ideal de contención, siempre estaba dispuesto a ayudar” y quienes lo conocieron aclararon que “era habitual encontrarlo con el tablero de ajedrez y un libro bajo el brazo”, porque “donde paraba se ponía a leer o armaba una partida. Era una especie de sacerdote laico” sentencia su hermano.
La investigación del caso Carballo se inició por un pedido de información de la CONADEP, que aseguraba tener una dirección de un militante de montoneros que supuestamente desaparecido. “Nosotros tomamos ese dato y nos costó llegar a la familia porque tuvimos que recurrir a archivos de catastro, para llegar a la casa. También tuvimos otros nexos que nos ayudaron a construir sus actividades como militante y hasta fecha y hora de desaparición. Y hoy que se sepa que hacía, que pensaba y que no sea olvidado” aseguró Ñañez aquella vez.
El director de Derechos Humanos varelense, aclaró que un elemento clave para reconocer a José Alberto Carballo fue contactarse con Hugo Colaone, ex trabajador de la cervecería Quilmes, y secuestrado en 1976 por su actividad como militante quien le comentó que había conocido a Carballo con el alias de Aníbal, y que “era su responsable”. También aseguró Ñañez que “en medio de la investigación nos llegó otra fuente que nos aseguraba que Carballo era el ´Aníbal´ de zona sur y ´el Negro´ de la Norte. Esa misma fuente nos precisó día y hora del secuestro del pibe de Varela, ya que es testigo de ese hecho”.
Esa misma fuente, que ya figura en los registros de desaparecidos de nuestro país, asegura según Ñañez que “Carballo de zona norte fue llevado a la ESMA en donde fue torturado para que hablara de las actividades que ahí se realizaban. Pero si el negro hubiera hablado en la sala de torturas hubiera caído mucha más gente, y no lo hizo, los salvó y le costó la vida a él” sentencia el referente varelense de Derechos Humanos.
Otra fuente importante para construir las últimas horas de vida de José Alberto Carballo, fue el libro de Marisa Sadi, “El caso Lanuscou, Columna Norte. La otra Historia” en cuyas páginas se nombra al ´Negro Antonio´ conocido en la zona sur como “Aníbal” y a quien su familia en Florencio Varela lo había bautizado como José Alberto.
Los estudiantes fueron más allá con los datos que aportaron durante su trabajo de investigación y pudieron determinar que en 1975 ingresa a trabajar a la cervecería Quilmes, donde siguió su militancia y era conocido como «Anibal», pero el secuestro de algunos compañeros lo obligan a trasladarse a zona norte, donde pasa a la clandestinidad y cambia el apodo por «negro Antonio», dirige la UES Zona Norte.
El 3 de Junio de 1976 en la Rotonda de Acassuso zona norte, Jose Carballo es secuestrado en medio de una cita junto a María Fernanda Noguer de Villagra y a su hija bebe de 2 meses (recuperada por su familia). «Namba», que era el apodo de María, era catequista de la Unidad del Padre Adur (curas tercermundistas), también secuestrado durante la última Dicatdura Civico, Militar, Eclesiástica. Tanto el negro Antonio como Namba y su beba fueron detenidos clandestinos en la ESMA, los primeros dos continúan desaparecidos.
Leonor Romero, docente de la Escuela N° 49 y coordinadora de la investigación, contó cómo iniciaron el trabajo: “los alumnos de 4to. año propusieron investigar sobre historias de jóvenes que hayan estado detenidos clandestinos en la ESMA. Es ahí cuando surgió el nombre de José Carballo conectado a que era un trabajador de la cervecería de Quilmes, no fue denunciado por su familia, que no supieron qué pasó con José”.
En el homenaje también estuvieron presentes la sobrina de trabajador Desaparecido, Mercedes Carballo, y Lucía Villagra, bebé secuestrada junto al mismo y su mamá. Estuvo en la ESMA y luego fue recuperada por sus abuelos.
Esta y otras investigaciones, que realizan jóvenes de escuelas secundarias y organizaciones sociales, serán presentadas en el cierre del Programa povincial, en Chapadmalal. En el caso de Quilmes partirán los días 14 y 18 de noviembre, desde la Plaza de las Colectividades (Carlos Pellegrini y Vicente López) hacia el Complejo en el que se hará el Encuentro.