Las manadas de Florencio Varela, un grupo de varones condenado, otro espera el juicio y a una de las víctimas la encontraron muerta, esperaba hace cuatro años que detengan al prófugo.
(Comunicado de la Mesa de Género de Florencio Varela) En las últimas horas se conoció el caso de la violación de una mujer por un grupo de hombres en Palermo, en el momento justo de la consumación pudieron intervenir vecinos del lugar y se logró detener a la mayoría, se publicaron sus rostros y nombres por los medios de comunicación y parece ser un caso resuelto que tendría que terminar en una rápida condena, pero qué podría pasar con los resultados de ADN.
Si encuentran el ADN de los detenidos ¿fueron los únicos culpables?, si de alguno de los detenidos el ADN resulta negativo ¿es inocente? y por último, ¿si hallan ADN de un varón que no detuvieron en el lugar?, ¿cómo resuelve la justicia?
La cuestión es que el pensamiento patriarcal, desde diferentes sectores de la sociedad, vuelve a cuestionar a la mujer y se habla del consumo de estupefacientes, del consentimiento, cómo se comportó, tratando de justificar a los varones.
Frente al patriarcado, instalado también en la justicia, valen destacar las sentencias de la justicia penal de Florencio Varela en dos casos similares, denominados Violación en Manada, el primero cuya víctima resultó Paula Martínez, quien fue hallada sin vida, quien esperaba que se realice el juicio por el abuso sufrido hace cuatro años y hoy día el Estado no encuentra a un prófugo, pese a la recompensa de 4 millones de pesos que ofrece el Ministerio de Seguridad provincial de Berni.
El otro caso de Florencio Varela, cuya víctima es conocida como Viky, sucedió en el año 2019 y el año pasado fueron condenados ocho hombres a penas de 15 y 16 años de prisión, pese a que a la mitad de ellos, las pericias de ADN les habían dado negativas.
Primero el Juzgado de Garantías n° 6 y luego el Tribunal Criminal n° 1 de Florencio Varela, construyeron sólidas sentencias con fundamentos feministas, que explicaron claramente, cómo llegaban a la conclusión de la responsabilidad penal de esos varones, con la denuncia de la mujer y otros indicios, aplicando la perspectiva de género para fundar los fallos, explicando porqué usaban el término “manada”, y rebatiendo todas las defensas “patriarcales”, que incluyeron la estrategia de recusar el magistrado de primera instancia (Diego Agüero) por feminista.
Hoy, pese a esa sentencia, los familiares de los detenidos sin ADN positivo, escrachan a los jueces y dicen que “armaron la causa”, el fallo se construyó desde la perspectiva de género, una cuestión pendiente para la sociedad y especialmente para la justicia.
EPIGRAFE. Paula Martínez se quitó la vida a la espera del juicio contra los imputados por la violación en grupo. (Foto Gentileza Mariana Jacob)
