El conflicto generado luego de la detención del líder de la UOCRA platense, Juan Pablo “Pata” Medina pone en vilo a los demás sindicalistas. Uno de ellos es el titular de UPCN bonaerense, Carlos Quintana, a quien se le habrían finalizado sus días de suerte si es que Cambiemos da el paso con el que viene amagando en las últimas semanas y reflejarlo como exponente de la mafia sindical. Otro que se puede convertir en un nuevo “Pata” Medina es Julio Castro de SOSBA: también puede caer en desgracia en los pasillos de la justicia.
Las segundas líneas del Gobierno ya hablan de terminar con la hegemonía de Quintana en uno de los gremios más fuertes de la Provincia. Quintana puede caer por el desfalco contra IOMA –UPCN es codirector del organismo-o por “tentativa de lavado de activos”, a partir de que fue demorado, en 2011, cruzando a Uruguay con 45 mil dólares encima. Las investigaciones posteriores al escándalo determinaron que el sindicalista y su esposa totalizaron más de mil viajes a la República Oriental.
De todos modos, el por ahora titular de UPCN puede sortear una vez más el temporal y hasta incluso meter un diputado –su mano derecha Héctor Nieves– por la lista de Unidad Ciudadana que encabezan Florencia Saintout y Cristina Kirchner. O puede caer definitivamente en desgracia.
Otro gremio polémico es SOSBA y su relación con el organismo de Control del Agua en Buenos Aires (OCABA). Si bien Julio Castro es su líder, el entramado vislumbra que quien maneja los hilos es Guillermo Amorebieta.
A través del cuestionado Obras Sanitarias, las irregularidades de SOSBA se reflejan en perjuicio de los trabajadores: no les actualizan las categorías y los hacen cumplir otras funciones que los exceden. Para colmo, mandan a cajonear los expedientes y los afectados son, como siempre, los empleados.
En sí, el futuro de Quintana y de Castro es sumamente incierto. Por ejemplo, en Gobernación quieren la cabeza del titular de UPCN, otros lo consideran una mano amiga que colaboró para cerrar paritarias dentro de los parámetros que impuso Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, “cláusula gatillo” mediante.
El terreno está listo… falta (o no) la ejecución de Cambiemos para que haya más “Pata” Medina en la Provincia.