Lamentablemente no todo es como uno quisiera que fuera. Ni siquiera como debería ser. Mientras en Florencio Varela la inseguridad azota con sus secuelas de dolor, sangre y hasta muerte, los caminantes de la Policía Local desaparecieron por completo de los lugares que solía frecuentar.
A los otroras “Pitufos” de la Policía Local ya no se los ve por el centro comercial de Florencio Varela. Dejaron de frecuentar por el barrio Villa Vatteone, ya que solían apostarse cerca del juzgado de paz. Tampoco están en la Plaza de los Enamorados, ni fueron vistos desde hace tiempo en la Plaza La Esmeralda. Los vecinos de El Cruce piden que vuelvan a caminar por esa zona al igual que en Zeballos.
Por su parte, una resolución ministerial impide a efectivos de la Policía Local desarrollar tareas adicionales. Es decir que no podrían apostarse en bancos y empresas privadas. NO obstante, esa situación, en Florencio Varela, se estarían utilizando a uniformados en servicio para la prestación irregular en polémica empresa en largo conflicto laboral.
Así lo revela una fotografía enviada a Infosur en la que se informa que en el interior de la cuestionada metalúrgica Gri Calviño Tower se encuentran efectivos de la Policía Local de Florencio Varela apostados por orden de los superiores y aunque la situación aparece, tal como indica la resolución ministerial, a todas luces irregular. Lo que motiva las sospechas de que alguien se encuentra “pasando la gorra”.
El dato no es menor, en el año 2017, este medio reveló un oscuro negociado con la prestación de servicio irregular de la Policía Local de Quilmes en comercios de la zona, lo que motivó la inmediata separación del cargo del entonces jefe de esa dependencia.
Por otra parte, es preciso señalar que la falta de presencia policial suele frecuentar hechos de inseguridad. Por ejemplo, esta semana hubo dos hechos destacados. El primero la toma de rehén en la Defensoría 24 en la calle Lavalle de Florencio Varela y donde, tal como se mencionó, dejaron de apostarse los efectivos de la boina celeste. En tal sentido, la desaparición de los caminantes en la zona céntrica hizo que horas atrás unos vecinos tuvieran que intervenir y detener a un joven que había robado en un comercio y fugado con algunos elementos e hiriendo a una empleada. El riego que esta situación conlleva es realmente irregular.
Por eso, la aparición de la foto de una fábrica altamente militarizada por efectivos policiales que custodian un conflicto laboral aparece a todas luces descabellado. ¿Quién paga semejante operativo? ¿Quién cobra? ¿Está registrado? Todas esas preguntas esperan respuestas.
