En Santa Marta tienen tren. Y peligro. El barrio de Florencio Varela tuvo que poner manos a la obra para tapar los enormes baches de seguridad que dejó abierto la electrificación del tren de la línea Roca. El costado más inseguro que no mostraron las luces de la televisión cuando los funcionarios nacionales vinieron a inaugurar el fin de las obras.
Meterse en el pasaje entre el Salón de Usos Múltiples del barrio y algunas de las casas de Santa Marta es cómo ingresar a la boca del león: un verdadero peligro. “A diario los vecinos suelen usar este paso para llevar a los chicos de la escuela”, cuenta la vecina América que vive hace años en la zona. “Por suerte otros vecinos lo cerraron, pero no dura mucho tiempo porque lo vuelven a abrir”, dice consternada. “El tren ahora es silencioso, no se escucha y es un quiniela pasar por acá sin ser lastimado”, subrayó.
Un grupo de pobladores cerraron de forma casera el paso para evitar muertes. No obstante, es la empresa quien debe tomar los recaudos para que exista una solución definitiva para la situación. En su defecto, el Ministerio de Transporte. Nada de eso sucede. Sólo el municipio de Varela emite comunicados y volantes alertando para que se tomen medidas con el nuevo servicio.
Ese paso en Santa Marta no es el único problemático. En pleno centro de Varela, a un costado de la Avenida San Martín, nada anuncia de los peligros en el paso del tren. Una decena de vecinos cruzan por las vías donde no hay nada que impida hacerlo.
El tema de los puentes aéreos, es una cuestión reclamada desde hace tiempo por los vecinos de Florencio Varela, pero siempre postergada y no escuchada por la concesionaria del transporte.
Es más barato vivir al borde de la tragedia, que buscar una solución. La excusa más escuchada por este tema, brindad por las aéreas del ramal Línea Roca, es que los accidentes se producen por negligencia de la gente, pero al ser consultados por el faltante de cruces aéreos, aseguran que estos no van a ser tomado en cuenta, porque “la gente no hace caso a las normas. Nosotros estamos 8 horas o más aca cuidando en las estaciones y ves como la gente cruza delante de la maquina como si nada. Nosotros les hacemos seña, les tocamos el silbato y nada, no cumplen con cuidar sus vidas” comenta un seguridad de estación Trasbordo Bosques, quien por otro lado aclara que se sabe que la gente cruza por donde puede pero “esperamos que cuando se instalen los puentes aéreos las personas lo utilicen”.
Es que el panorama desde Bosques a Gutiérrez es realmente una pesadilla. Los pasajes de las calles Patagones y Santa Sofía son un verdadero calvario que puede cobrarse vidas. Vale la pena poder evitarlos.
LOS PIQUETES A DIARIO
Aunque los trenes son nuevos y eléctricos, hay vicios que parecen no tener fin. En los últimos días, los pasajeros del Roca se encontraron otra vez con piquetes en la estación Ardigó.
“Por las tardes, se generan piquetes con quemas de gomas en los cruces de vías de La Pulpería y Los Pinos, interrumpiendo el servicio”, describió el damnificado.
Los miembros de la página de la red social Cosas del Roca ya le llaman el Festival Nacional de los cortes de vías.
