Efectivos de la policía de Florencio Varela profundizan el operativo en torno a la metalúrgica Gri Calviño, la planta que permanece tomada por los trabajadores, y sube la tensión.
La protesta ya lleva varios días. “Estamos tomando la planta pacíficamente con los compañeros, aguantando y no queriendo ser sobornados por esta multinacional que lo que quiere es quebrar la unión y la fuerza de los compañeros y de la fuerza sindical.” sostiene Pablo Almeida, trabajador y delegado de Gri Calviño.
Según los trabajadores, lo que la empresa se propone es bajar rangos y flexibilizar los puestos de trabajo, dividiéndolos en categorías y realizando una importante rebaja salarial, llevando a cabo un ataque directo al convenio colectivo de trabajo de la UOM. Todo esto lo lleva adelante sin haber presentando quiebra o preventivo de crisis.
Los trabajadores afirman que la empresa tiene stock en puerta y materiales para exportar a Estados Unidos, denunciando también que, mediante maniobras, la empresa se habría quedado con la plata del ATP que el Estado le destinó para el pago de sus salarios.
“La empresa está en este momento llevando adelante un lock out, reteniendo las chapas que sirven para nuestra producción en el puerto, con la intención de que nosotros firmemos un acuerdo que lleva a flexibilizar los puestos de laburo, baja salarial e incluso están buscando quitarle poder a los trabajadores en su organización, ya que pretenden que se burocraticen todos los reclamos y no se hagan en forma pragmática dentro de la planta”, comenta David, trabajador de Gri Calviño.