Por tercera vez la puerta de la guardia del hospital Mi Pueblo de Florencio Varela se abrió para la misma pregunta. «Familiares de Acevedo», escuchó la mamá de Diana (20) y presintió que iban a escuchar lo mismo. Tomó del brazo a su marido y se presentó ante la médica. Efectivamente, su diagnostico era, según le decían, «muerte cerebral» y trataban de que su mamá «donara los órganos».
La escena tuvo lugar el 22 de octubre del 2017, unas horas después de cerrados los comicios de medio término. Diana Acevedo, junto a su madre y a una hermana habían estado fiscalizando, según cuenta Rosa Da Silva a Infosur, en la escuela 50 de Hudson en Florencio Varela.
Un hombre de las filas de Cambiemos identificado por Rosa como José Luis Sosa las había reclutado para sentarse en la mesa y cuidar los votos a cambio de 700 pesos. «Nosotros no somos militantes, a nosotros nos pagaron y fuimos a fiscalizar. Mi hija quería comprarse unas zapatillas y necesitaba la plata porque es madre soltera», insiste Rosa antes de desandar un camino que es verdaderamente la antesala del infierno.
Aquel día de electoral, cuando promediaba la jornada la joven tuvo que salir de su lugar de fiscalización para ir hasta la Escuela N°38 de Bosques Norte para emitir su voto.
Llegó hasta la institución y buscó su Mesa asignada. La 622, era. Una vez en el lugar se acercó hasta las autoridades y exhibió un certificado emitido por Cambiemos que confirmaba su condición de fiscal, por lo que pidió no realizar la fila de espera y así poder regresar lo más pronto a la institución que el partido le había indicado fiscalizar.
Pero en ese instante una autoridad de mesa le negó a Daiana el pase y denunció que la joven estaba “cantando su voto” por lo que no podía emitir sufragio. La discusión subió de tono, hubo algunos empujones y la mujer golpeó en el pecho a Daiana, quien inmediatamente comenzó a sentirse mal y se descompensó en el lugar.Todo esto según el relato de Rosa a Infosur.
Daiana Belén Acevedo fue llevada en ambulancia al Hospital Zonal General de Agudos Mi Pueblo, de Florencio Varela, donde ingresó de urgencia cerca de las 4 de la tarde. Allí, según la constancia médica a la que accedió Infosur, la joven fue diagnosticada con un cuadro severo: “Accidente Cerebro Vascular hemorrágico”.
Cuatro horas más tarde del ingreso al hospital se registraba la primera escena contada al inicio de la nota. Los médicos del Hospital Mi Pueblo le pedían que donara los órganos porque ya no «había más nada que hacer».
Sin embargo, Da Silva se negó al diagnóstico. Ahí arrancó la lucha, que aún mantiene. “Estábamos en el hospital y una enfermera me dijo que si la quería salvar a mi hija que la sacara del hospital y la mandara a otro”, afirma. Hizo caso al mensaje y contactó a varios dirigentes del distrito. En el lugar se hizo presente Maximiliano Bondarenko, electo ese día Concejal por Cambiemos y a quién Rosa señaló como «el único dirigente que nos acompañó».
Bondarenko fue consultado por Infosur. «Las acompañé y las sigo acompañando», contó en diálogo con este medio el concejal varelense.
«Lo que le hicieron en el hospital no tiene nombre, la dieron por muerta y hoy Diana ya se mueve y hasta habla», confirmó Bondarenko.
De alguna manera, por pedido de Da Silva, Bondarenko consiguió que el 1 de noviembre Daiana fuera derivada al Hospital El Cruce. Allí los médicos le practicaron un drenaje cerebral, le colocaron una válvula en la cabeza, le realizaron una traqueotomía y le pusieron un botón gástrico. Así pudieron salvarla, aunque con secuelas.
Siete meses estuvo internada en El Cruce. Después dos meses más en una clínica de rehabilitación de Don Bosco, luego fue llevada a Capital Federal, a un sanatorio, y más tarde a Pilar a otro centro médico. Ahora está en una institución de Escobar. “En todo ese tiempo los de Cambiemos no se hicieron cargo de nada. Fui a todos lados y nadie me dio una ayuda”, insiste Da Silva.
“Fui hasta la Casa Rosada, hablé con una secretaria de Marcos Peña y me dijeron que iban a ver el caso y no pasó nada”, agrega la mujer y recuerda que “un día me lo encontré al Concejal Alaniz, le conté la situación y me dio su tarjeta y me dijo “llamame”, pero nunca me atendió”.
Pero además sostiene que en el Concejo le dijeron “que no llame a la prensa” y que no haga la denuncia del caso. “Abandonaron a mi hija. Ella fue a ayudar a Cambiemos y ahora Cambiemos no nos quiere ayudar a nosotros. No sé por qué quieren taparlo, no entiendo.”, asegura Da Silva con la voz entre cortada y gastada tras más de un año de lucha.
En las últimas horas Diana sufrió una des compensación por lo que le ordenaron nuevas prácticas médicas.»Diana estuvo varias horas en la guardia del hospital El Cruce pero porque habían llenado mal un formulario no la quisieron atender», contó sobre un nuevo obstáculo para la recuperación de la joven.