Para los investigadores la banda delictiva de La Salada tenía un grupo de «seguridad» propio que detenía «mecheras», las encerraba en galpones, las obligaba a desnudarse y las golpeaba, y ese modo de operar quedó registrado en imágenes incorporadas a la causa.
La sospecha es que esos castigos a las mujeres que robaban en el lugar no eran porque los integrantes de la banda «eran defensores de la Justicia», sino porque pretendían «aleccionar» a las «mecheras» para que trabajen para ellos.
La investigación quedó a cargo del fiscal de Lomas de Zamora, Sebastián Scalera, quien aseguró en declaraciones a la prensa que «cuando se observaba a las mecheras en pleno accionar delictivo, estas eran llevadas a galpones, allí eran encerradas, se las desnudaba, eran rodeadas por varios hombres y les pegaban».
Las denominadas «mecheras» son mujeres que aprovechan un descuido de los comerciantes y les roban mercadería que esconden debajo de sus ropas, aunque también asaltan a los clientes que estaban realizando las compras.
Según el instructor judicial, «algunos de los autores de esas maniobras contra las ‘mecheras’ están identificados y son algunos de los detenidos. Si bien aún no está firme la imputación, se los podría acusar del delito de «secuestro», entre otros.
El fiscal dijo «Era una práctica habitual en la feria, las sometían a un castigo físico. Alguna de las escenas quedó registrada en imágenes que están incorporadas a la causa.”
Una fuente de la investigación aseguró que esas maniobras «no eran para brindar más seguridad a los vendedores ni a los clientes, sino que lo hacían porque esas mujeres actuaban de manera independiente. Era una forma de aleccionarlas. El mensaje era: ‘Si quieren seguir robando, tienen que pagarnos a nosotros'», dijo el investigador.
