Con una misa muy especial encabezada por el Padre Ignacio Blanco, y que contó con la presencia del intendente de Berazategui, Juan Patricio Mussi, la Iglesia Santa María inauguró obras de mejora edilicia y pinturas de su santa sede, ubicada en calle 159 y 53, de la localidad de Hudson.
Durante la ceremonia, el Padre Ignacio agradeció a todas las familias, vecinos y autoridades municipales que contribuyeron con recursos y mano de obra para finalizar la restauración de los espacios de la Iglesia, que no se refaccionaban desde 1939.
“Hudson tiene la bendición desde hace cuatro años de tener al Padre Ignacio, alguien que me hace creer que Dios mira a través de sus ojos. Con él en esta Iglesia siento que vuela el alma de mis abuelos polacos y de mis amigos de la infancia”, destacó el Jefe Comunal, recordando su bautismo allí y haciendo énfasis en la labor desempeñada por toda la comunidad con el objetivo de recuperar el histórico espacio religioso.
En ese sentido, Patricio Mussi subrayó la relevancia y el significado de que la misma comunidad se apropie de la Iglesia del barrio: “La obra pública pone a la Iglesia más bonita y digna, pero lo importante son las personas que están aquí adentro. Gracias a todos ustedes”.
Durante la ceremonia religiosa, se hizo entrega al Intendente municipal y a las familias benefactoras de un cuadro pintado al óleo con la imagen de la Iglesia. También, se compartió un video con la historia de esta institución que en 2017 cumplirá 120 años.
Cabe destacar que además estuvo presente compartiendo el evento el secretario de Cultura de Berazategui, Federico López.
Una obra que emociona
Las obras realizadas estuvieron enfocadas a mejoras en las paredes, que con el tiempo y la humedad fueron decayendo en su aspecto. Lo mismo ocurrió en las cúpulas, hechas con conchillas y adobe, materiales que se usaban en la época de su construcción.
“Esta obra fue muy importante porque es un paso enorme para la comunidad que recupera un lugar emblemático para la ciudad. Me siento agradecido por el privilegio de hacer este trabajo, por la confianza que me dieron y la responsabilidad que me otorgaron”, resaltó emocionado Guillermo Frontera, el arquitecto de la obra en Santa María, que también colaboró en la Basílica de Luján.
Por su parte, el Padre Ignacio Blanco relató: “Cuando propuse restaurar, vi el impulso de la comunidad a través del aliento, la organización de rifas, bingos o comidas, y donaciones. El Municipio también nos acompañó codo a codo con esta obra”.
