El Juzgado de Garantías N° 6 de Florencio Varela dictó la prisión preventiva de Marco Rossetti, policía de la Comisaría 3°, acusado de disparar con una escopeta a Ruth Cabral en un violento conflicto vecinal en San Rudecindo, informó el portal Data Judicial de periodista Guillermo Troncoso. El hecho, ocurrido en la intersección de las calles Laguna Iberá y El Chocón, dejó a la mujer gravemente herida y al uniformado imputado por «homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por ser miembro de la fuerza policial en grado de tentativa».
El juez Diego Aguero rechazó los argumentos de la defensa del policía y avaló el pedido del fiscal Hernán Bustos Rivas para mantener al acusado tras las rejas. En la causa, un video captado por testigos fue clave: en las imágenes se escucha al esposo de la víctima gritarle al policía tras el disparo: «Le tiraste un tiro en la panza a mi señora, dame tus datos…».
El video que lo cambió todo y el policía que seguirá preso
El incidente se desató semanas atrás, cuando un altercado vecinal entre más de 30 personas derivó en una batalla campal con piedras y objetos contundentes. Según testigos, un vecino en aparente estado de ebriedad inició los disturbios que rápidamente se tornaron incontrolables.
El conflicto obligó a la intervención de varias comisarías del distrito, pero la tensión alcanzó su punto máximo cuando Rossetti enfrentó directamente a Ruth Cabral. De acuerdo con su versión, la mujer habría intentado tomar el cañón de su escopeta, lo que habría provocado el disparo accidental. Sin embargo, la grabación aportada a la causa y la gravedad de las lesiones en el abdomen de Cabral cuestionan la versión oficial.
La decisión judicial
El juez Aguero consideró que las pruebas presentadas, incluidas las grabaciones y los testimonios de los vecinos, justificaban la prisión preventiva del policía. Además, desestimó los planteos de nulidad y el cambio de calificación del delito propuestos por la defensa de Rossetti.
Justicia y conmoción
Ruth Cabral continúa recuperándose de las severas heridas, mientras su familia clama por justicia y la comunidad de San Rudecindo se mantiene alerta. Este caso reavivó el debate sobre los límites del uso de la fuerza en situaciones vecinales y el rol de las autoridades en garantizar la seguridad sin excesos.
La frase grabada en video y ahora incorporada a la causa se convirtió en un emblema del dolor de una familia que aún espera respuestas. «Le tiraste un tiro en la panza a mi señora, dame tus datos…» resuena como un pedido de justicia que trasciende las fronteras del barrio.