Se la llevaron después del conflicto bélico de 1982 como un “trofeo de guerra” y volvió al país pasados 37 años como un “símbolo de la paz” que bendijo el propio Papa Francisco.
No importa el nombre de ese hombre que se dobló rodilla a tierra. Puede ser Esteban o cualquiera de sus compañeros. Ya no tiene 18 años pero muchas veces el viento frío se lo recuerda cuando le acaricia la cara. Con sus 55 a cuestas y enorme Islas Malvinas tatuada en su cuerpo, aunque las siente más en el corazón, la mira con devoción. La estatua de la Virgen de Luján, que hace 37 años acompañó a los soldados en la guerra, volvió a casa y tuvo un paso destacado por Florencio Varela.
La imagen que la semana pasada fue restituida por el Reino Unido y bendecida en el Vaticano por el papa Francisco, llegó este lunes a Buenos Aires y el miércoles a Florencio Varela. Fue recibida con fervor y devoción en el Cruce donde está el monumento a los caídos en combate. Después, en una procesión fue trasladada a la parroquia Medalla Milagrosa sobre la avenida Senzabello donde permaneció hasta la noche.
«Esta imagen de la Virgen ha sido mirada y contemplada por nuestros soldados. Muchos seguramente le pedían que los ayudara en esta vida durante esa guerra, algunos de los cuales hoy que están aquí, y a otros los ayudó en la vida eterna», sostuvo Santiago Olivera, obispo castrense de Argentina.
La imagen recuperada había llegado a las Islas Malvinas una semana después del desembarco de los soldados argentinos en 1982 y, finalizada la guerra, los ingleses se la llevaron y la entronizaron en la sede del obispado castrense británico en homenaje a las víctimas del enfrentamiento.
Los hombres no lloran solos. Los acompañan sus parejas, sus hijos, sus amigos. Se convirtió en una ceremonia familiar en la que no falta el recuerdo de los que no están, pero estuvieron. Los que quedaron en Malvinas o los que se mataron por el olvido de una sociedad que los marginó.
Los ojos clavados en la imagen el veterano de la guerra lloraba con cada palabra de los oradores. «Pensaba en todas las cosas que me pasaron y los compañeros. En todo lo que vivimos en esas islas y en el milagro de la Virgen», comentan a Infosur después de la conferencia de prensa en la parroquia de Varela..
El capellán Torres, que acompañó a los soldados en Malvinas, contó que él fue quien aportó toda la documentación que permitió comprobar que la Virgen que estaba en Inglaterra era la misma que «nos acompañó en esos 74 días de contienda».
Hoy la Virgen está de regreso en Argentina y durante los próximos días peregrinará por los regimientos de todas las fuerzas de seguridad para terminar su viaje en Bariloche, donde se realizará una ceremonia con personal de todas las fuerzas armadas y ex combatientes.
Por eso, la ocasión que se vivió en Florencio Varela es histórica. Aquí, los civiles también pudieron acompañar a los veteranos y sus familiares que desfilaron por la iglesia.
“Es muy emocionante que la imagen de la Virgen haya vuelto a nuestro país. Es enorme el sentimiento por nuestros compatriotas que dejaron sus vidas por la Patria, quienes fallecieron en la pos guerra y quienes están con nosotros y sus familiares”, dijo Andrés Watson, intendente de Florencio Varela quién también se refirió al deseo de poder recuperar las islas por la vía diplomática: “A través del dialogo vamos a poder recuperar nuestro suelo, en honor a todos y cada uno de nuestros soldados que entregaron la vida por defender la Patria”, finalizó.
Por su parte, el Padre Miguel Hrymacz celebró la llegada de la Virgen y dijo: “Es una alegría inmensa para todos. Llega en un momento importante a nuestro país, que la Madre María nos acompañe en esta nueva etapa de la Patria”.